Faltan pocos minutos para las 12 de la noche y 2019 está a punto de terminar. Camino de la plaza de Cort, apenas se ve gente. Enfilando Santa Clara y la calle Sant Francesc nada hace imaginar que a pocos metros la plaza del Ayuntamiento está de fiesta. Ya en Santa Eulàlia, algunos bares abiertos, por fin llega el sonido de la musica: "Last Christmas I gave you my heart", entona George Michael cuando todavía era la mitad de Wham!. Sin muchas estrecheces, la gente va tomando posiciones en Cort. Últimos selfies antes de que acabe el año: "Feliz Navidad, feliz Navidad, próspero año y felicidad", resuenan las voces de Bony M en las fachadas históricas. Entre el gentío, muchos extranjeros de paso, algunos llaman la atención del fotógrafo: "Take me a picture". Y de nuevo un clásico navideño, esta vez en la voz de Mariah Carey: All I want for Christmas is you.

Para el 2020 que está a punto de llegar Miranda Presley pide que todos los niños pobres tengan lo que ella no tuvo de pequeña. Su amigo Carlos Villavicarcio quiere que 2020 le conceda los papeles necesarios para poder traer a su familia de Colombia. Ésta es su primera Nochevieja en el centro de Palma. Le llama la atención que la gente salga a la calle y viva la fiesta en los bares. "En Colombia nos juntamos en las casas y compartimos la bebida y la comida". Dice que también toman las uvas, pero apunta que su madre le mete lentejas o arroz en los bolsillos para atraer la suerte. En cuanto termine la celebración en Cort partirán a una fiesta en Calvià.

El humorista Xavi Canyelles comineza su show y buena parte del público se muestra decepcionado ante la falta de animación musical. "Hemos venido a sufrir", se queja Gabriel Alomar. Junto a su amiga Marisa Feliu esperaba la actuación de Juan Campos para "escuchar música y bailar. Han tenido poco sentido común, son unos ineptos", se queja Alomar. Los dos amigos viven en el barrio y se resignan a esperar a las 12 para poder recibir el año nuevo bailando. Contentas por no tener que trabajar en Nochevieja Ángeles González y María Narváez forman parte de un grupo de ocho mujeres enfermeras y auxiliares de Son Espases. Las acompaña su amigo José Carlos López que no es del gremio. También reclaman que empiece la música ya. Su deseo para 2020 es que suban los sueldos.

Xisca Munar sostiene una copa de cava con un anillo en su interior. Según comenta, este rito le dará suerte para casarse: " Se lo oí decir a Paula Echevarría", apunta. Le pide a 2020 mucho amor, trabajo y salud y, también, casarse, aunque esto último lo dice medio en broma medio en serio. Jesús Saa, Nando Miró y Ximo Ribes forman parte de su grupo pero no muestran deseos de pasar por el altar. Queda un minuto para las doce y reclaman al unísono: "Que salga la Pedroche".

Begoña Lasheras tiene una petición muy clara y concreta para 2020: "Que el pueblo saharaui recupere su tierra". La acompaña en la celebración Salamu Madfud, un joven saharaui de 22 años que forma parte de su familia desde que en 2007 pasó en Mallorca sus primeras Vacances en pau. "Mi deseo es estar con mis padres de aquí y del Sáhara", comenta Salamu.

Se acerca el momento de decir adiós a 2019. Las campanadas comienzan a sonar. "¿Son los cuartos?", pregunta alguien. Parece que no, así que toca apresurarse y recuperar el tiempo perdido. Bienvenido 2020. Entre dong y dong ha habido tiempo suficiente para cumplir la tradición de tomar las uvas de la suerte sin demasiado estrés.

Mallorquines, turistas y visitantes varios reciben el nuevo año en una plaza que se ha quedado pequeña. La gente ha tomado parte de la calle Colom. Los balcones de los hoteles rebosaban de huéspedes que siguen la fiesta desde un lugar privilegiado. Todos ellos han recibido 2020 acompañados por en Figuera. Los pocos segundos de transición entre uno y otro año han dado paso a una euforia moderada. Besos, abrazos y Love is in the air sonando a toda castaña en la plaza. Y así ha sido. El amor estaba en el aire, en los abrazos entre amigos, parejas, familias y algún que otro arrebato de un desconocido: "Feliz año".

Con la irrupción del nuevo año el DJ Juan Campos ha entrado en acción para ofrecer un repertorio festivo apto para todos los públicos y todos los gustos. El segundo tema del año no decepciona: "You are the dancing queen, young and sweet, only seventeen, dancing queen... " un gran coro acompaña las voces de Abba. Risas, brindis y selfies, muchos selfies: vídeos y fotos. Dominan las caras iluminadas por las luces de los móviles. "Te llamo a las seis, cuando sean las doce allí". "Te quiero". Sigue la fiesta. Freddy Mercury entona su I want to break free. Y cientos de voces lo acompañan en su grito de libertad hasta que llegan los Jackson Five y le echan la culpa al boogie.

Marcela Grimaldi y sus amigas no paran de hacerse selfies. Están felices. Marcela pide paz y armonía para ella y para el mundo. Las encontramos de camino a la plaza Joan Carles I donde The Beat Bang desgrana su repertorio de versiones. Tomando la costa den Brossa el aire sostiene la voz de Justin Timberlake y su Can't stop the feeling. La cosa va bien porque ya en Pelaires resuena Supersticion de Stevie Wonder, pero la alegría de los primeros minutos de 2020 parece haberse diluido y ha dado paso a un cierto cansancio.

De vuelta a la plaza de Cort, no queda más remedio que caminar contra corriente de nuevo por la costa den Brossa para finalizar el trayecto junto al olivo milenario y descubrir que todo ha terminado ya. Grupos dispersos, colas para entrar en los baños públicos. El clinc clanc de las latas vacías golpeadas por los peatones, botellas, restos de confeti, envases de plástico... Se acabó. Las hermanas Ebelyn y Mariela Altamore alcanzan la plaza cuando todo ha terminado ya. "Todos los años había fiesta aquí, esta vez ha terminado antes". Resignadas enfilan hacia Joan Carles I. "¿Allí hay música?". Preguntan esperanzadas. En el interior de los hoteles la marcha continua. Faltan cinco minutos para la una y aquí y allí se oye el estallido de los últimos petardos y cohetes.

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