El 8 de noviembre de 1580, poco después de su llegada a Valencia tras su liberación de la cárcel de Argel en la que había permanecido preso desde septiembre de 1575, el dramaturgo español declaró como testigo ante la Justicia Criminal confirmando que el pescador Jeroni Planelles, al que se daba por muerto, permanecía cautivo en la misma prisión junto con otro valenciano. Cuatro mallorquines estaban condenados a muerte por el supuesto asesinato del valenciano.