El extenista mallorquín y la actriz se acercaron juntos ayer hasta las instalaciones del Club Náutico para disfrutar del ambiente de las regatas. Después del brunch, servido en el restaurante, no quisieron perderse de cerca la cuarta jornada de la competición de la Copa. Por este motivo, subieron a una embarcación para seguir a los catamaranes desde el mar. Moyá declaró su satisfacción de estar en el club: "Estoy muy contento de estar aquí. Se trata de un gran acontecimiento deportivo. Los catamaranes son espectaculares y mi barco preferido es el BMW". Por otra parte, el hijo de Carolina de Mónaco, Pierre Casiraghi, tampoco se perdió el desayuno antes de salir a competir. Degustó jamón ibérico entre otras delicias. El Rey, finalmente, no apareció por las instalaciones.