De aquel peregrinaje que Albert Camus emprendió a Mallorca a los 21 años se cumplen 80 años. El escritor y filósofo dejó constancia de su experiencia en Amor por la vida, un texto que forma parte de su libro El revés y el derecho. Una de las curiosidades que dejó su visita a Mallorca se encuentra en Carnets, donde traza una breve lista de los lugares "donde he pensado que podría vivir y morir". Uno de los escenarios es Valldemossa. Este rincón de Mallorca le dejó fascinado ya que con solo una visita fugaz el escritor y filósofo creía que Valdemossa hubiera podido ser su pueblo de adopción. El colaborador de este rotativo Francesc M. Rotger detalló que en Amor por la vida, dejó claro que los tres escenarios esenciales de las Balears fueron el puerto de Eivissa, el claustro de Sant Francesc de Palma, que le fascinó, y un antro nocturno detrás de la Plaça Major.

Rotger recordó ayer que en 2013 se conmemoró el centenario del nacimiento de Albert Camus y Mallorca recordó a este visitante ilustre con un conjunto de actividades como, por ejemplo, la inauguración del parque que lleva su nombre en la fachada marítima, entre el antiguo edificio de Gesa y el Palacio de Congresos.

En la charla de ayer, los apasionados de Camus recordaron que pese al tiempo transcurrido, la personalidad brillante e insobornable de Camus continúa atrayendo a gentes de ideas y edades diversas. Rotger también apostilló que el escritor fue un mujeriego empedernido y un apasionado del fútbol. "Le gustaba la música, le gustaba bailar y le gustaban las canciones bastante guarras. Un despliegue de energía que contrasta con la circunspección que se le supone a un filósofo", relató.