­Laura Macías y Gavin de Paor, los fundadores de la compañía de danza Pasodós, regresan al Teatre Principal en los roles de directores de Romeo y Julieta después de que el pasado mes de diciembre presentaran en este mismo escenario otro clásico del ballet, El cascanueces.

Esta producción propia del Principal, original de Sergei Prokofiev, quien se basó en la obra homónima de William Shakespeare, ofrece "una apuesta en escena totalmente nueva y original" e "ideal para ganar nuevos públicos", señaló ayer Macías.

Según sus responsables, se trata de un Romeo y Julieta "muy especial", muy diferente de los que se han visto hasta ahora, como por ejemplo los que prepararon Nureyev o Gershwin.

La singularidad de este montaje radica "en la combinación de elementos clásicos y contemporáneos", apuntó Macías, así como en "algunas sorpresas" que no quiso desvelar.

Precisamente esta heterodoxia entre una visión moderna y otra clásica es la razón que convenció a Ivan Putrov para formar parte de este ballet. El bailarín ucraniano, durante doce años ligado al Royal Ballet de Londres, confesó que "la idea de presentar un Romeo y Julieta dividido entre clásico y contemporáneo, me cautivó".

Putrov representa al bailar, según Macías, "la calma, la seguridad" mientras que su compañera en esta historia, la cubana Yanelis Rodríguez, encarna a una Julieta "con un giro espectacular, chiquitita, muy bonita, joven y fresca".

La escenografía estará en la línea de la coreografía. Tendrá un "punto gótico" y el negro será el color permanente durante la fiesta de los Montesco. Por contra, en la de los Capuleto la nota dominante será "más pija, más snob, más elegante", subrayó Macías.

En la obra, los Montesco y los Capuleto, las dos principales familias de Verona, son enemigas. Romeo Montesco asiste enmascarado a la fiesta de los Capuleto, y si creía estar enamorado de Rosalina, descubre que su verdadera pasión es Julieta. Después de la fiesta, Romeo, bajo la ventana de Julieta la oye confesar a la noche su amor por él, y obtiene su consentimiento para un matrimonio secreto.

La música es otro de los tesoros de este ballet. Josep Vicent, director de la Orquestra Simfònica de Balears, celebró que se haya optado por contar con la música en directo de esta formación en el foso, hecho que, en su opinión, "engrandece el espectáculo". El titular de la ´Ciutat de Palma´ aseguró unas funciones de alta calidad y destacó las dificultades que esconde la partitura de Prokofiev, lo cual ha supuesto "un reto y un esfuerzo" para los componentes de la formación.