Ilusión y muchas expectativas. La XXVIII temporada de ópera arrancó ayer en el Teatre Principal con Rigoletto de Verdi. El debut de Maia Planas como solista principal fue uno de los atractivos más esperados de la dramaturgia, junto con la interpretación del tenor Josep Bros.

El público asistente no defraudó en una cita muy esperada y se congregó en el teatro para llenar todas las butacas existentes. Con una gran afluencia de alemanes e ingleses, los amantes de la ópera disfrutaron del espectáculo.

La directora del Principal, Margalida Moner, se congratuló de poder ofrecer una función a la altura de las expectativas con tanta presencia de intérpretes locales. "El ochenta por ciento de artistas es mallorquín, hay mucha calidad y no tenemos nada que envidiar. Debemos cuidar a nuestros profesionales porque tienen mucho nivel. Procuraremos ser una plataforma para impulsar a los alumnos del Conservatorio de Música y del ESADIP".

La escenografía y el vestuario, procedentes del Teatro Villamar de Jerez tampoco defraudaron. A raíz del préstamo de atrezo, el Principal realizará un intercambio por el que cederá la producción propia de Aída al espacio andaluz.

La música, a cargo de la Orquestra Simfònica así como de la Banda de Son Rapinya, acompañaron la función con una gran resolución, dirigidos en todo momento por el director musical, José María Moreno. También cabe destacar la participación del Cor del Teatre Principal en la función.

Una representación dividida en tres actos, separados por dos pausas en la que los espectadores no dudaron en acercarse hasta el bar, situado en la segunda planta, en busca de un refrigerio o una copa de cava.

Para Francisco López, director de escena e iluminación, los nervios previos al estreno fueron prácticamente inexistentes debido al gran esfuerzo realizado en los ensayos. "Nunca se pierde la tensión, pero estoy tranquilo porque hemos trabajado muy bien".

Para Consuelo Roig, aficionada a la ópera, la obra tiene un gran valor artístico gracias a la participación de Josep Bros. "La temporada de ópera debería empezar en octubre. Tendrían que ir alternando este género con la zarzuela. Estamos muy emocionados. Josep Bros es un gran duque de Mantova y queremos ver el debut de Maia Planas".

Por el Teatre Principal se dejaron ver rostros conocidos dentro del mundo operístico como el crítico Pep Toni Mendiola, el presidente dels Amics de l´Òpera, Pere Bujosa o el director de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears, Josep Vicens.

El acto acusó la falta de presencia política para apoyar el estreno de la temporada, aunque se espera que acudan a alguna de las próximas representaciones que se efectuarán los días 26 y 28 de febrero y el 2 de marzo. Quien no faltó a la cita fue la cantante mallorquina Victoria Maldi que quiso disfrutar de la velada.

Así pues, la temporada operística empieza de la mejor manera posible con el Rigoletto de Verdi al que le sucederán Tosca, Otello, El pequeño deshollinador (The Little Sweep) y Turandot para cerrar el periodo de dramaturgia que finalizará el próximo 29 de junio.