­La música del compositor Giussepe Verdi inundará a partir de hoy el Teatre Principal con la representación de Rigoletto, desde las 18 horas. El inicio de la XXVIII temporada de ópera irá acompañada de la inconfundible La donna è mobile, que volverá a sonar una temporada más para deleite de los asistentes.

Con un elenco de solistas formado por artistas de primer nivel, del que destacan el tenor Josep Bros en el papel del duque de Mantova, el barítono Genaro Sulvarán como Rigoletto y la soprano Maia Planas, como Gilda, se levantará el telón de una dramaturgia con acento mallorquín.

Con prácticamente colgado el cartel de "no hay billetes", el teatro presentará una imagen a la altura de tan ansiada cita para los amantes de la ópera.

La obra se desarrolla bajo un clima decadente en la Italia en 1944. Francisco López, director de escena, y Jesus Ruiz, diseñador de escenografía y vestuario, han aproximado la escenografía hacia un momento más cercano al del original de Verdi, el neorrealismo italiano de las luces y las sombras. La producción procede del Teatro Villamarta de Jerez y se representará hoy, el miércoles 26, el viernes 28 y el domingo 2 de marzo.

La función se desarrollará en tres o cuatro actos, dependiendo de cómo se entienda el planteamiento de la historia, y permitirá escuchar el inconfundible registro de Josep Bros. El tenor, considerado uno de los máximos exponentes del repertorio belcantista romántico, debutó en el Teatre Principal hace más de 25 años, por lo que vuelve a su escenario predilecto.

Ataviado con la capa del duque de Mantova, Bros explica la psicología de su personaje: "Es un conquistador. Un libertino al que le gusta divertirse. Las mujeres se acercan a él. Dar la vida es una declaración de amor total. Para el duque, Gilda es una más. Para ella, es el primer hombre que conoce, un impostor".

Un amor imposible que depara un giro drámatico final difícil de olvidar. Maia Planas se estrena como Gilda para demostrar que no sólo los grandes artistas consolidados tienen cabida en el escenario: "Es un reto para mí . Puedes estudiar en casa, preparártelo mucho pero donde construyes el personaje y cantas, es en el escenario. Si no tenemos teatros que nos den oportunidades a los artistas, no nos podremos dar a conocer".

Genaro Sulvarán, artista mexicano que interpreta a Rigoletto, recuerda que su personaje vive en una contradicción constante. "Rigoletto es un personaje de muchos contrastes dramáticos con matices cómicos. El esfuerzo físico se suma al de cantar. Hay que estar atento en este tipo de exigencias. Es una historia que se vio más de cien años y sigue tan actual como en el día del estreno, no pasa de moda. Las tragedias humanas no están marcadas por el tiempo, perdurán".

Muchas horas de ensayos

Hace más de dos semanas que los artistas dedican entre cuatro y cinco horas diarias a preparar la obra. Un trabajo que se ha centrado en captar la personalidad de los personajes. Gran parte de la responsabilidad de ello recae en la labor de Francisco López, que gracias su meticulosa dedicación ha calado en los intérpretes. Para Sulvarán, el esfuerzo del director de escena ha sido clave. "Los ensayos nos han permitido trabajar la psicología de los personajes en el trabajo escénico. Paco López le ha dado mucho colorido a los caracteres. El subtexto está muy elaborado. Normalmente los cantantes cantan en un plano resolutivo y están mucho más pendiente de la voz. Hay que añadir el diálogo interno porque aunque no estés cantando tienes que estar activo", dice el barítono.

La música juega un papel clave

La interpretación de Rigoletto estará acompañada de la música de la Orquestra Simfònica, el Cor del Teatre Principal -sólo cantan la parte masculina como manda la tradición de esta dramaturgia- y la banda de música de Son Rapinya. Más de cien músicos para dibujar la melodía, a veces dramática, a veces cómica de la lírica de Verdi. Una pieza fundamental para percibir cada uno de los movimientos escénicos de la obra. Bajo la batuta de la dirección musical estará José María Moreno.

Engaños, drama y amor se mezclan en el transcurso de un desenlace inesperado. Estrenada el 11 de marzo de 1851 en el teatro de la Fenice de Venecia, esta denuncia del poder absoluto lleva triunfando desde el día en que vio la luz. Una combinación de elementos que se encargarán de que Sparafucile acometa el asesinato por encargo de Rigoletto.

Tras el ensayo general realizado el pasado jueves, todo hace indicar que el éxito está asegurado como entrante de la temporada.