La plaça de Cort se convirtió un año más en el espacio más concurrido de Palma para celebrar la entrada del Año Nuevo. Miles de personas, de todas las edades y nacionalidades, se dieron cita frente al reloj d´en Figuera para participar de una tradición, la de comer uvas al ritmo de las campanadas, que no deja de perder adeptos. Entre los deseos para 2014, uno se impuso por encima del resto: "Salud y trabajo para los más jóvenes".

"La crisis se tiene que acabar de una vez. Hoy, por lo menos, la ahogaremos a base de cava", aseguró poco antes de la hora señalada, las doce de la noche, Pedro Garrido, un joven palmesano, en paro, que eligió Cort por primera vez para celebrar la Nochevieja. Otros, como la familia de Juan Barceló, repetían "por tercera vez". Arropado por sus nietos, Izan y Nayara, y sus hijos, el patriarca suspiró por "trabajo para los más jóvenes".

Empresaria emprendedora, María Consuelo Torti eligió la noche del 31 de diciembre para inaugurar un nuevo negocio, el take away Palau Nou, a pocos metros de Cort. "Nos lo jugamos todo en 2014, así que solo puedo pedir que me vaya bien el negocio", comentó en compañía de uno de sus socios, Marcelo Durán, cava en mano.

"Al 2014 solo le pediré una cosa, salud y que pueda volver a estar aquí el año que viene", expresó Sofía Balmaseda, de vacaciones en la isla junto a su pareja.

"Pues yo no diré mis deseos, porque si no no se cumplirán", aclaró Rocío Fernández, de 7 años de edad, en un descanso de la sesión de baile que se dio junto a su madre, Rosa Mas.

La plaça de Cort empezó a llenarse de gente a partir de las once de la noche, cuando empezó a sonar la música sobre el escenario, donde triunfó el veterano disc jockey Juan Campos. La fiesta, también amenizada por Gaspar Sampol y Tormenta, se prolongó hasta las tres de la madrugada y solo se registró un herido leve por quemaduras de pólvora y un traslado por dislocación.

El Passeig Marítim (Budha y Back Stage), la sala Es Gremi del Polígono de Son Castelló y Sant Magí, con mucha presencia de turistas, fueron otros puntos calientes de la noche más alocada en Palma. Hubo quien empezó la noche en Ciutat y la acabó en la Part Forana, caso de los componentes de la comparsa El Arca de Noé. Sus integrantes, todos vestidos de animales y deseosos "de comer paja", alquilaron un microbús que les recogió en la plaça de la Reina y les dejó en el bar Sa Fonda de Deià. "Hemos querido romper la norma del vestir bien y decidimos disfrazarnos y comenzar el año de la mejor manera posible, entre risas y amigos", comentaron Andrea Coneja Castelltort y Adela Lines.