Las fotografías de Alécio de Andrade funcionan a modo de espejo. Un espejo en que el espectador que acuda a La Misericòrdia a contemplarlas va a reflejarse indefectiblemente. El visitante de museos del siglo XXI frente al visitante de mediados y finales del XX. Las instantáneas de quienes vieron el Louvre -tomadas entre 1965 y 2002-, además de devolvernos la imagen del rol de viajero (burgués), amable espectador o artista que practica dibujo frente a las obras de arte, ilustran -a todo aquel que las contemple- en la mejor fotografía clásica y humanista estilo Cartier-Bresson. Enfoques respetuosos, instantes decisivos, ironía, incluso felicidad.

La muestra se inaugura hoy en la capilla y la planta baja de La Misericòrdia a las 20 horas (con conferencia previa, a las 19 horas, sobre los rostros y retratos femeninos en el Louvre a cargo de la responsable de Relaciones Públicas del museo, Sabine de La Rochefoucauld), una apertura que coincidirá con dos acontecimientos artísticos: el Día de los Museos (el próximo sábado) y el venidero PalmaPhoto.

La coordinadora de la exposición, la viuda del fotógrafo brasileño de Magnum, Patricia Newcomer, explicó que su marido, que se mudó a París en 1964, tomó cerca de 12.000 fotografías durante casi 40 años en el museo de París, de las cuales 72 se muestran ahora en Palma. "Los protagonistas de sus imágenes son tanto los cuadros y los montajes de las exposiciones en el museo como los visitantes", indica, "pero para mí lo interesante es la mirada de Alécio sobre las obras que le gustaban", agrega. El fotógrafo brasileño (nacido en 1938) se cultivó en la cultura europea y en sus pintores clásicos. "Cuando llegó a París, se puso a buscar y fotografiar las obras que él había estudiado en los libros", indicó Newscomer. Para la conservadora Hélène Lassalle, comisaria de la muestra, la exposición es también testimonio de sus propios recuerdos, cuando trabajaba en el museo. "Hay cosas que ahora no existen en el Louvre, como el guarda de seguridad inmortalizado por Alécio que incluso dormía junto a la Mona Lisa", comenta. Los niños destacan sobremanera en estos retratos realizados a los visitantes, muchos de ellos de espaldas, sorprendidos por los cuadros, como las monjas frente a Las tres Gracias.