­Uno de los referentes del periodismo norteamericano, el semanario Time, ha reabierto el debate sobre la lactancia materna al colocar en su portada de la semana pasada a una mujer de 26 años dándole el pecho a un niño de tres bajo el titular "¿Es usted lo suficientemente madre?" La imagen y el reportaje de las páginas interiores han levantado las iras de algunos especialistas y también de muchos internautas en las redes sociales, pues para muchos de ellos estas teorías sobre la crianza con apego (lactancia hasta los seis años o dormir con los niños) lo único que pretenden es que las mujeres dejen su espacio físico y sus actividades laborales para estar pegadas a sus hijos.

Helena Torrens, socia colaboradora de la Associació Balear d´Alletament Matern, cree fehacientemente en los beneficios de la lactancia hasta los siete años, "tal y como señala en su último artículo Carlos González, el pediatra español que está más al día en estas cuestiones". Lo que sucede, prosigue, "es que está mal visto en la sociedad dar el pecho a tu hijo a según qué edades, en concreto, cuando ya camina. Cuando estás en el parque con él y vas a amamantarlo ya no te miran bien, en cambio nadie dice nada si le das un zumo con todos sus colorantes", indica. Por otra parte, Torrens asegura por propia experiencia que la lactancia es totalmente compatible con el trabajo. "Soy enfermera, le he dado el pecho a mis cuatro hijos, y nunca he dejado mi empleo de enfermera", señala. En cuanto al permiso de lactancia, antes de la entrada en vigor de la reforma laboral, Torrens explica que ella podía llegar o salir una hora más tarde de su trabajo, o incluso usar una hora intermedia de su jornada para extraer la leche con un tiraleche, y conservarla con el fin de dársela después al niño. Sobre la teoría de la crianza con apego del doctor Bill Sears, Torrens considera que "nunca hay un tope de cariño con los hijos. Cuanto más se les dé, mejor". En cuanto a dar el pecho, observa que con ese acto "no sólo se cubre la alimentación, sino también la emocionalidad, porque todo se parece al útero materno, el sabor y los olores". Los beneficios orgánicos de dar el pecho, afirma la enfermera, han sido demostrados científicamente. "Se conoce que la leche materna tiene efectos contra la diabetes, por ejemplo, y que incluso favorece un mejor desarrollo cerebral", indica. En cuanto a los beneficios emocionales, observa que no hay estudios realizados a largo plazo "porque no hay dinero para hacerlos. Se trataría de hacer un seguimiento de un grupo de personas durante 30, 40 ó 50 años", explica.

Cuando se le pregunta a Torrens directamente si se es mejor madre por dar el pecho, asegura que una cosa no tiene nada que ver con la otra: "Con la lactancia lo que consigues también es cubrir una serie de necesidades emocionales del bebé con tu propio cuerpo".

Las profesoras de la Universitat de les Illes Balears (UIB) Esperança Bosch y Victoria Ferrer, psicólogas especialistas en estudios de género, creen que mensajes y fotografías como los de la revista Time son "peligrosos", "porque pueden provocar un sentimiento de culpabilidad en las mujeres que desean ejercer la maternidad de otra manera", advierte Bosch. "Partiendo siempre de la libertad, si mensajes como el de esta revista calan en la sociedad volveríamos a aquello de que la maternidad es el fin prioritario de la mujer. Y, cuidado, porque ser madre ni quita ni pone valor a la mujer", explica Bosch. "Los niños deben ser amados, queridos y cuidados, pero para hacerlo no significa que la madre tenga que sacrificar su vida", indica. "Cuando se da el mensaje de que la maternidad es lo mejor que les puede pasar a las mujeres en su vida, volvemos a una mística de la maternidad que a mí no me gusta. Ahí detrás hay un cariz ideológico de peso. Recordemos lo que dijo Gallardón sobre el aborto y la mujer", apunta la directora de la Oficina per a la Igualtat d´Oportunitats entre Dones i Homes de la UIB.

La profesora y psicóloga Victoria Ferrer afirma que "se puede querer de muchas maneras a un hijo. No se quiere más porque se dé de mamar a un niño hasta los tres años. Con los recursos sanitarios que tenemos ahora, la lactancia materna es una opción buenísima, pero también lo es la artificial". Por otra parte, portadas como la del Time son calificadas por Ferrer como un "tipo de publicidad que acaba por culpabilizar a las mujeres que no dan de mamar", asegura. Para la psicóloga, no es positivo apelar a los instintos en este tipo de cuestiones como dar el pecho. "Cada cual debe hacer lo que considere con total libertad y valorando sus capacidades y su entorno".

Joana Maria Moll, presidenta de la Associació Balear d´Alletament Matern, entidad que tiene entre sus objetivos defender el derecho de las mujeres a amamantar a sus hijos, recuerda que la Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna de manera exclusiva hasta los seis meses. Y de manera complementaria con otros alimentos hasta los dos años, "o hasta que la madre y el niño quieran". Para Moll, hasta hace relativamente poco se ha priorizado la evolución social por encima del cuidado de los niños, que ha recaído en manos de otras personas que no son los padres. "Ahora se han visto las consecuencias de ese hábito, como son problemas conductuales, las depresiones o los problemas familiares", comenta. Por ello, cada vez hay más padres que ahora mismo practican el vínculo y el apego para educar a sus hijos. Entre esas prácticas está la de dar el pecho. Para que ello funcione al cien por cien, sería necesario que en España se apoyara de verdad la conciliación de la vida familiar y la laboral, concluye Helena Torrens.