"Es uno de los poetas más importantes de las últimas décadas en la poesía en catalán". Así despedía Sebastià Alzamora, escritor y crítico, a Bartomeu Fiol, un autor que "buscaba potenciar la expresividad del lenguaje y lo hacía hasta sus últimas consecuencias. Era una de las personalidades creativas más sólidas y destaba por su atención hacia los poetas más jóvenes".

"Actuaba con total libertad", dijo el también poeta Jaume C. Pons, que añadió que "se mantenía al margen de los grupos y colectivos. Era un creador sin límites, que describió la realidad posmoderna en la que vivimos. Decía sin problemas lo que pensaba (desde el respeto) y era una persona voraz, como creador y como lector", terminó el autor.

El editor Francesc Moll coincide al respecto y explica que era una "persona excelente en cuanto que estaba en paz con todos. Sus artículos sobre crítica literaria eran de una corrección absoluta y su producción poética era renovadora".

Para Moll, Bartomeu Fiol trascendió todo tipo de barreras locales: "No era un seguidor de la escuela mallorquina si no que adquirió una voz poética propia".

El colectivo Pel Capell se suma a la muestra de pesar del colectivo por la pérdida de "uno de los autores que más ha motivado en cuanto a la poesía a los jóvenes creadores con una labor literaria muy personal y sólida de primer orden. Sus textos formarán parte de nuestro bagaje y de nuestra identidad, no sólo humano y también creativo".

La escritora y premio Nacional de Literatura Carme Riera, que coincidió con Fiol en las primeras Converses en Formentor recuperadas, lamenta la pérdida de un "gran poeta renovador de la lengua y de su manera de interpretar el mundo."

Por su parte, el poeta Jaume Munar le dedicó estas palabras: "Muere mi maestro, no porque me eligiese, ni porque yo lo decidiera, sino porque congeniábamos. Me enseñó una manera de entender la literatura más allá de sus sentimientos. Su poesía era universal, se planteaba preguntas, aunque no siempre encontrase respuestas".

Lluís Servera, gran conocedor de la obra de Fiol, dijo que "su obra era fundamental, una figura irrepetible en nuestras letras, que aporta el gran peso pensamiento más allá de los sentimientos. Su obra obligaba al lector a involucrarse ya que era de un gran densidad".

El pasado mes de mayo el departamento de Filosofía de la UIB envió una propuesta a la rectora para que Fiol fuera nombrado doctor Honoris Causa. Dicha propuesta contaba con el apoyo de la OCB, cuyo presidente Jaume Mateu, recordó su "gran dedicación a la literatura", algo que le sitúa "en un lugar destacado entre los autores en catalán contemporáneo".