El ayuntamiento de Palma ha previsto levantar en abril veinte locales de ensayo en un terreno de 4.000 metros cuadrados de la Universitat de les Illes Balears, un espacio bien comunicado, dentro de un entorno acorde y lejos de viviendas. El futuro complejo es un proyecto aún por financiar. El departamento de Cultura y Juventud de Cort calcula que costará cerca de un millón de euros, cantidad que prevé obtener del fondo de capitalidad.

El anteproyecto, presentado el pasado viernes por el ayuntamiento y la UIB, lo han realizado las arquitectas Aina Cifre y María José Sáez. Los veinte locales de 18 metros cuadrados cada uno se situarán en diez módulos prefabricados con climatización, wifi y suministro de electricidad independiente. El conjunto se situará en la zona de aparcamiento, que perderá unas cien plazas. Otros cuatro edificios completarán el proyecto. Los tres menores albergarán los baños, la cafetería y un espacio destinado a la administración. La cuarta construcción será una sala de conciertos de 246 metros cuadrados.

La licitación de la edificación saldrá en las próximas semanas. Tras ésta, que puede durar entre dos o tres meses, Cort calcula que las obras podrían comenzar en abril. La duración de las mismas se calcula entre medio año y nueve meses.

Aunque aún no se ha fijado una lista de precios, el alquiler de las salas será asequible, menor a 250 euros. El ayuntamiento plantea diferentes posibilidades de arrendamiento: por horas, por meses o por días. El objetivo final, señalaron tanto la concejal de Cultura Nanda Ramon como el coordinador de Juventud Antoni Noguera, es que el centro pueda autofinanciarse.

Con este proyecto, Cort pone la primera piedra para solucionar un problema que arrastra la ciudad desde hace muchos años, agravado por el cierre de Son Bibiloni en febrero de 2010.

Desde ese momento, las bandas locales han tenido que invertir su dinero en otros locales de ensayo como los de la Sala Assaig, los de Son Pardo o los de Son Ferriol.