«La meta es la misma y da igual que sea en un intento o en cinco». Así lo asegura Antonio Vallejo, un enfermero catalán implicado desde hace más de una década en ayudar a dejar de fumar; un proceso que recomienda afrontar con «motivación, tranquilidad, ganas de aprender y sin tener que demostrar nada a nadie».

En una entrevista coincidiendo con la presentación de su libro El reto de los fumadores (LibrosIndie), Vallejo se muestra convencido de que todo el mundo puede dejar el tabaco, aunque reconoce que siempre cuesta más a unos que a otros, por lo que recomienda insistir y asegura que «no pasa nada por no conseguirlo una o dos veces. Es parte del camino».

Un libro que convierte al lector en protagonista

Vallejo cree que a los pacientes se les da mucha teoría en las consultas para dejar de fumar, que no les es fácil aplicar en momentos de ansiedad cuando están dejando el tabaco.

Por eso, ha apostado por un libro con el lector como protagonista, para que este pueda leer cómo serán las situaciones que le van a provocar ganas de fumar, con lo que las puede visualizar previamente, y así cuando le sucedan ya tendrá una idea de qué hacer. «Serás tú quien decida el camino a seguir», advierte al lector Vallejo en la contraportada del libro, en el que al final de cada capítulo le pregunta a qué nuevo reto quiere ir o si quiere más consejos sobre lo que acaba de leer.

¿Quieres dejar de fumar o aún no?, pregunta en el libro a su inicio, y dependiendo de lo que se escoja, el lector va a un página o a otra, en la que le van interpelando sobre «si fuma cuando se levanta o no, si desayuna solo o con los niños, o le sitúa en el trabajo, en reuniones con amigos o familiares o hablando por teléfono».

«Así va pasando por multitud de situaciones y estímulos que le hacen fumar, que es lo que veo que me explican mis pacientes en la consulta», explica el experto. El texto ofrece conexiones con páginas web u otros manuales que pueden ayudar al fumador, porque, como asegura el enfermero «yo lo que quiero es que la gente deje de fumar, no vender libros».

Miedo a pensar en el fracaso

En un país en el que casi un cuarto de la población es fumadora habitual, según datos del INE, Vallejo opina que el miedo a pensar en que no se va a conseguir es lo que crea más rechazo entre los fumadores para abandonar el tabaco. Un camino que cada persona afronta de una manera muy personal, ya que, como comenta Vallejo, «hay gente que fuma mucho y lo deja con más facilidad que quien fuma cinco cigarrillos diarios».

También cree que «cada persona es un mundo» al ser preguntado por las situaciones más difíciles para olvidar el tabaco, y relata que a mucha gente le cuesta dejar de fumar ante la ansiedad o ante el estrés, ante el típico café, o cuando lo hacen como premio después de hacer algo». Revela que en la consulta pregunta siempre a sus pacientes si creen que es más fácil dejar de fumar o sacarse a la primera el carné de conducir y comenta que la respuesta siempre es que cuesta más dejar el tabaco, aunque según las estadísticas, el porcentaje es similar.

Al explicar este paralelismo, Antonio Vallejo revela que cuando se suspende el carné de conducir se abre una reflexión sobre lo que se ha hecho mal y el futuro conductor decide practicar más. Sin embargo, cuando «dejamos de fumar nos decimos e incluso la sociedad nos lo dice que no tenemos fuerza de voluntad». En este sentido, asegura que al igual que en el carnet de conducir hay que tener práctica, insistir, aprender, ir tranquilo y «no tratar de demostrar nada a nadie porque no se trata de ganar una carrera y la fuerza de voluntad no significa nada. Nadie te va a castigar ni te va a mirar mal, no vas a ir para atrás, simplemente volverás al punto de partida: a fumar de nuevo».

Formas de combatir la ansiedad

Según el enfermero, los ataques de ansiedad que sufren quienes están dejando de fumar son provocados por el mismo tabaco y en esos momentos recomienda distraerse con algo.

«Las ganas de fumar duran dos o tres minutos y luego desaparecen y, aunque volverán después, hay que intentar distraerse en ese lapso de tiempo en el que apremian las ganas», relata, mientras recomienda que cada persona busque lo que le sirve para desconectar y olvidarse del cigarrillo».

Fijar una fecha para dejar el tabaco

Vallejo, quien insiste en los beneficios en el bienestar general que genera el dejar de fumar, recomienda fijar una fecha para decir adiós al mal hábito y prepararse para hacer frente a ese momento durante una semana, en la que recomienda que haya un fin de semana por medio, por ser este el momento en el que hay más cambios en la rutina diaria.

Fumar cada vez menos parte del cigarrillo 

Otras pequeñas ayudas para dejar el tabaco pueden ser cambiar la marca del tabaco o ir fumando cada vez menos parte del cigarrillo para que cuando llegue el momento de dejar atrás el tabaco el nivel medio de nicotina se haya reducido en el organismo. No reniega del uso de fármacos para dejar el tabaco, ya que considera que pueden ser muy positivos para combatir el síndrome de abstinencia, aunque subraya que los medicamentos tienen que ser siempre recetados por un profesional que paute su uso y la dosis que hay que tomar.