INFECCIOSAS

Análisis: ¿Qué es la 'gripe aviar altamente patógena' y que riesgo supone en estos momentos?

Se trata de una enfermedad infecciosa causada por los subtipos H5 y H7 del virus de la gripe tipo A. Es muy contagiosa, produce una mortalidad muy alta en aves de corral y lo hace extremadamente rápido.

La gripe aviar saltó de las aves acuáticas y ya está en mamíferos

La gripe aviar saltó de las aves acuáticas y ya está en mamíferos

Todo parece indicar que en el continente americano la gripe aviar altamente patógena avanza sin control en estos momentos.

Mientras diversos países sudamericanos se apuran a declarar la emergencia sanitaria por gripe aviar, el patógeno ya ha alcanzado la costa oeste de Estados Unidos.

Resulta especialmente alarmante que a partir del 27 de enero se empezaron a encontrar centenares de lobos marinos muertos por gripe aviar en aguas de Perú, en la Reserva Nacional de Paracas a unos 100 kilómetros al sur de Lima.

Qué es la gripe aviar altamente patógena

Se trata de una enfermedad infecciosa causada por los subtipos H5 y H7 del virus de la influenza tipo A (un Orthomyxoviridae).

  • Es extremadamente contagiosa
  • Produce una mortalidad extraordinariamente elevada en aves de corral
  • Y lo hace extremadamente rápido. A menudo en las primeras 24 horas tras la infección.

Originariamente esta enfermedad estaba restringida a las poblaciones naturales de aves acuáticas (cercetas, anátidas…) pero como estos animales llevan mucho tiempo de coevolución con el virus (probablemente millones de años), lo normal es que resistan la infección de forma asintomática.

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Originariamente esta enfermedad estaba restringida a las poblaciones naturales de aves acuáticas

Hemos cambiado las reglas del juego

Ahora lo que ocurre es que los seres humanos cambiamos las reglas del juego del planeta hasta extremos insostenibles.

Actualmente, de todos los animales que hay en el mundo más del 93% (en biomasa) son seres humanos o sus animales de abasto y domésticos. Escasamente queda un 7% para todos los demás animales salvajes.

Así, mientras las poblaciones de animales salvajes que eran las dianas de millones de patógenos declinan rápidamente hacia la extinción, nosotros mismos y nuestros animales de abasto nos hemos convertido en el mejor recurso potencial para los patógenos que antes infectaban a los animales salvajes.

El SARS-CoV-2 es un buen ejemplo.

Le “tocó la lotería” cuando dio el salto a los seres humanos desde una población de pangolines al borde de la extinción. Gracias a eso se expandió por todo el mundo y multiplicó billones de veces el tamaño de su población.

La amenaza de una gripe aviar que la OMS advirtió

Los humedales son uno de los ecosistemas que más han sido degradados por la acción de los seres humanos. Por eso, aunque hasta épocas muy recientes no hemos tenido problemas con la gripe aviar, los 33.000 millones de gallinas y los 8.000 millones de seres humanos que hay en el mundo en estos momentos se han convertido en el mejor recurso para el virus de la gripe aviar.

Ya en el año 2005 la OMS advirtió de que existía un riesgo muy elevado de que se desatase en los seres humanos una pandemia mundial de gripe H5N1 que podría ser extremadamente contagiosa y de muy elevada letalidad.

Para ello solo es necesario que el virus de la gripe aviar contagie a un ser humano que a su vez tenga en su interior a un virus de gripe de los que normalmente circulan por las poblaciones humanas (y contra los que muchos nos vacunamos todos los años).

  • Podrían así recombinar sus genomas (intercambiar genes de una especia a otra) que es algo que ocurre frecuentemente en virus.
  • El nuevo virus recombinante tendría características de las dos especies y podría ser extremadamente peligroso.
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El mayor peligro sería que un virus de la gripe aviar se recombine con un virus de gripe humana

Ya ha habido muertos por gripe aviar

Hay indicios de que ya hubo seres humanos directamente contagiados por aves.

El virus les infectó, pero afortunadamente fue incapaz de contagiar a otros humanos.

The New England Journal of Medicine (la revista médica más prestigiosa del mundo) publicó que en 2003 murió el primer ser humano infectado por gripe aviar.

Desde entonces ha habido varios muertos todos los años casi siempre contagiados directamente por aves de corral.

Pero en 2006 la OMS reportó el primer caso de transmisión de gripe aviar entre seres humanos.

En este caso una mujer se contagió de un pato y a su vez contagió a otras 7 personas de su familia. Por suerte el brote se controló cuando solamente se habían contagiado estas 8 personas.

2.520 brotes de gripe aviar en aves de corral, de once genotipos

El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades advirtió que desde octubre de 2021 muchos países del viejo continente sufren una epidemia de gripe aviar altamente patógena, con 2.520 brotes declarados en aves de corral a los que se hizo frente con el sacrificio de más de 50 millones de aves en los establecimientos afectados.

El virus de la gripe aviar también infectó a mamíferos silvestres y de granja en Europa y América del Norte.

El estudio de estos virus demuestra que pertenecen a once genotipos, tres de los cuales ya habían circulado antes en Europa. Pero ocho de ellos representan nuevos genotipos. Preocupa especialmente el haber encontrado en ellos marcadores genéticos de adaptación del virus a la infección en mamíferos.

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El virus ya saltó de aves a mamíferos, y lo hizo en una granja de visones americanos en A Coruña

El brote gallego y la mutación T271A ponen el mundo en alerta

El año pasado hubo en España 37 focos de gripe aviar altamente patógena en aves de corral.

En uno de los brotes se infectaron dos trabajadores.

El virus también saltó de aves a mamíferos en una granja de visones americanos en A Coruña.

Según el análisis del Laboratorio Central de Veterinaria del Ministerio de Agricultura, el virus aviar mutó en la propia granja y empezó a transmitirse entre los visones.

Este brote desató todas las alarmas.

Los visones se contagian tanto de la gripe aviar como de los humanos, con lo que en ellos pueden recombinar ambos virus dando origen a las versiones más letales.

En este brote el virus de la gripe aviar altamente patógena A (H5N1) también tenía la mutación T271A que estaba presente en el virus de la gripe porcina que desató la pandemia de 2009 en humanos.

Lo que dicen los científicos y preferiríamos no tener que escuchar

El doctor Jeremy Farrar, director científico de la Organización Mundial de la Salud, alertó del riesgo de que nos asole “una pandemia de gripe devastadora”.

En este sentido muchos virólogos sostienen que lo peor que nos podría ocurrir sería enfrentarnos a una pandemia de un nuevo virus de gripe zoonótico con una elevada tasa de letalidad que podría superar incluso el 30%.

La doctora. Amelia Nieto, viróloga del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, declaró que “Mi peor pesadilla es un virus de la gripe con una letalidad mayor del 40%: caeríamos como moscas”.

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¿Qué es lo que no debería ocurrir?

Para que un virus de gripe aviar altamente patógena infecte a seres humanos es necesario que sus antígenos de superficie muten para adaptarse a la especificidad de las membranas de nuestras células, en vez de a la de las aves.

Pero todos los virus de la gripe tienen la capacidad de evolucionar muy rápido mediante mutaciones.

Para colmo están particularmente bien adaptados para eludir las defensas inmunológicas, y por eso tenemos que vacunarnos de nuevo de la gripe cada año.

Una serie de investigaciones han demostrado que los virus de gripe aviar a menudo siguen un patrón de “patogenicidad incremental progresiva”.

Así, virus de baja patogenicidad pueden mutar y transformarse en virus muy patógenos después de estar circulando durante períodos muy cortos en una población de aves de corral.

Tenemos malas cartas.

El virus de la gripe aviar altamente patógena aumenta su población en el mundo.

Tiene 33.000 millones de aves de corral como potenciales hospedadores que enviamos a mercados a cientos de kilómetros de donde las criamos, con lo que podría diseminarse muy aceleradamente.

Sabemos además que ya saltó a varias especies de mamíferos.

Y aunque todos confiamos en que nunca se repita el drama por el que acabamos de pasar, y estamos convencidos de que lo más probable es que las medidas de prevención funcionen…

Si la naturaleza nos devuelve el golpe, “que Dios nos coja confesados”.