ONCOLOGÍA

¿Qué es la oncothermia, la última técnica para tratar el cáncer a través del calor?

Se trata de un tratamiento que en España está liderado por la doctora Elisabeth Arrojo (Premio Europeo de Medicina en Oncología en 2021 y 2022) y disponible en el Instituto Médico de Oncología Avanzada (INMOA) y en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander

¿Qué es la oncothermia, la última técnica para tratar el cáncer a través del calor?

¿Qué es la oncothermia, la última técnica para tratar el cáncer a través del calor? / Freepik

El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en España. Según los últimos datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), durante el año 2021 se diagnosticaron 285.530 nuevos casos, lo que supone un 2,36% más respecto al año anterior (282.421).

El tipo de cáncer más habitual es el de colon y recto.

  • En el caso de los hombres, el más común es el de próstata, que en los últimos años ha aumentado de los 30.226 (en 2015) a los 35.127 casos del último registro.
  • El de mama es el más detectado en las mujeres españolas, con 34.353 nuevos diagnósticos.

A nivel global, los cánceres están detrás de una sexta parte de la mortalidad mundial. Cada año se diagnostica algún cáncer a más de 18 millones de personas, cifra que, según prevé la Organización Mundial de la Salud, ascenderá a 21 millones para 2030.

Y, aunque el cáncer es uno de los diagnósticos más temibles, los avances científicos han logrado que, si se detecta a tiempo, se puedan aplicar tratamientos que suelen ser más eficaces, menos complejos y menos costosos.

Es el caso de la hipertermia electro-modulada, que también se conoce como oncothermia, mETH o nanothermia

Se trata de un tratamiento que en España está liderado por la doctora Elisabeth Arrojo (Premio Europeo de Medicina en Oncología en 2021 y 2022) y disponible en el Instituto Médico de Oncología Avanzada (INMOA) y en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander.

La doctora Elisabeth Arrojo, directora del Instituto Médico de Oncología Avanzada (INMOA)

La doctora Elisabeth Arrojo, directora del Instituto Médico de Oncología Avanzada (INMOA) / CUCO_CUERVO

La oncothermia se basa en el método tradicional de la hipertermia, es decir, generar calor desde el exterior para destruir únicamente las células malignas, que no son capaces de sobrevivir a las altas temperaturas.

  • Este tratamiento, además, no afecta al tejido sano, con lo que se evitan efectos secundarios tales como quemaduras, riesgo de vasodilatación de los vasos sanos y extensión de células tumorales a otros lugares.  

Se puede utilizar como terapia única, pero eso es solo aconsejable en determinados casos muy concretos. Lo más recomendable, y habitual, es aplicar la oncothermia de manera combinada con otros tratamientos oncológicos tradicionales como la quimioterapia, la radioterapia y la inmunoterapia. 

Tal y como subraya la oncóloga, “una de las cuestiones por las que no funcionan habitualmente las sesiones de quimio o inmunoterapias es porque ni siquiera llegan bien al interior del tumor”.

Pero, ¿cómo funciona la oncothermia?

Esta técnica médica calienta el tumor con ondas de radiofrecuencia, lo que ayuda a que estas células se dilaten, se oxigenen más y acaben muriendo antes. Así lo explica la doctora Arrojo:

  • “Porque la quimioterapia y la inmunoterapia deben viajar por esos vasos sanguíneos para llegar al interior del tumor, y la radioterapia para funcionar necesita oxígeno para fijar el daño que le hace al ADN de las células malignas”.

Y es que, con la oncothermia las células malignas son más sensibles a la quimioterapia e inmunoterapia. Pero no es un tratamiento “milagroso”. Nada más lejos de la realidad. Es tecnología adaptada a la salud

Es, por tanto, un tratamiento que ha demostrado su eficacia, al “calentar” solo las células afectadas, sin efectos secundarios que se producían con la hipertermia convencional (como la inflamación que, además, aumenta el riesgo de recaída) y que estimula el sistema inmunológico para una recuperación total.

  • Está indicada para aquellos tumores sólidos, es decir, con una masa tumoral a la que poder aplicar calor.

¿Se puede evitar el cáncer a través de la alimentación?

En torno al 90% de los casos de cáncer diagnosticados se deben a factores ambientales (productos químicos del humo del tabaco, los rayos ultravioleta…).

Y la mala alimentación está relacionada con el 30% de los tumores, muy por encima, por ejemplo, de malos hábitos como el tabaco, que solo es consecuencia del 25% de los diagnósticos.

Ante este panorama, el Instituto Médico de Oncología Avanzada (INMOA) ha creado el Primer Centro Nacional de Prevención del Cáncer (en colaboración con profesionales de la nutrición y el deporte), como una solución complementaria a los tratamientos oncológicos. Pero no solo con el objetivo de “curar al paciente cuando padece una enfermedad”, sino “evitar que las personas enfermen”.

  • “Se estima que en 2040 habrá un 60% más de casos de cáncer y cada vez en edades más tempranas, por lo que no solo debemos preocuparnos por curar a los pacientes, sino que también debemos esforzarnos en frenar esta gran pandemia que está suponiendo el cáncer y que avanza a pasos agigantados”.

La Organización Mundial de la Salud estima que el consumo diario de 50 gramos de carne procesada, eleva a un 18% más el riesgo de padecer cáncer de colon. Pero no solo importa el qué, también el cómo.

No es lo mismo cocinar estos alimentos en abundante aceite, que hacerlo a la plancha o al vapor, que son las opciones más recomendadas.

  • La doctora Arrojo aconseja “limitar” la carne roja a “no más de 150/200 gramos a la semana en un adulto”.

Además de una buena alimentación, otro punto esencial para prevenir el cáncer es el ejercicio físico.

La OMS aconseja al menos 150 minutos de ejercicio por semana a intensidad moderada, y en personas mayores se deben añadir 2 sesiones semanales de ejercicios para mejorar la fuerza. 

La actividad física tiene importantes beneficios para la salud cardiovascular, el cuerpo y la mente. Contribuye a la prevención de enfermedades no transmisibles, como las que afectan al corazón, el cáncer y la diabetes. Por eso, no solo es importante para pacientes oncológicos, también para personas sanas.

La doctora Arrojo va más allá: "Tener masa muscular te ayuda en muchos aspectos. Por ejemplo, un músculo fuerte dificulta que el tumor le robe la glucosa".