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Es imposible saber cuáles son los platos que más gustan en cada hogar. Lo que si sabe es que si hiciéramos una vuelta por la despensa o armario de las especias de cada casa encontraríamos casi siempre los mismos productos para condimentar los platos que se van a comer.

Una de las míticas especias que encontraríamos se trata de lo que comúnmente conocemos como paprika, que a veces puede tener un ligero toque de picante. El pimentón húngaro es una variedad con un sabor un poco más intenso que el estándar, mientras que el español, por otro lado, se distingue por su suavidad y ofrece dos opciones: dulce y ahumado.

Dentro de esta última categoría, encontramos el famoso Pimentón de la Vera, una especia caracterizada por un proceso de ahumado completamente artesanal que le confiere un sabor único. Este condimento es un imprescindible en cualquier cocina española que se precie.

Vale la pena destacar que este pimentón difiere significativamente del básico, por lo que sí se pueden establecer diferencias entre la joya producida en la zona norte de la provincia de Cáceres y lo que se conoce internacionalmente como paprika.

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La diferencia entre el paprika y el pimentón rojo

Como hemos observado, la paprika y el pimentón son términos que se refieren al mismo condimento. Ambos se obtienen del fruto Capsicum, aunque su sabor puede variar desde dulce hasta picante según su origen. La distinción principal radica en que el pimentón de la vera se somete a un proceso artesanal de ahumado que le otorga una autenticidad superior.