El sedentarismo, una de las principales causas del deterioro articular según los profesionales

La falta de actividad física durante la rutina diaria es una de las razones más frecuentes del dolor articular

El dolor articular tiene un impacto directo en el día a día de las personas.

El dolor articular tiene un impacto directo en el día a día de las personas.

En el mundo actual, el ritmo de vida frenético que llevamos a menudo nos mantiene atados a nuestras sillas durante largas horas, sin apenas movernos. Esta falta de actividad física, combinada con una hidratación insuficiente, puede convertirse en una fórmula desastrosa para nuestras articulaciones, especialmente para aquellas que soportan una carga significativa, como las rodillas y las caderas.

Las rodillas, en particular, son víctimas de nuestra inactividad. El estancamiento prolongado desencadena su inflamación, manifestándose en ocasiones como un dolor crónico. La falta de movimiento no solo afecta a la salud de las articulaciones, sino que también contribuye a la pérdida de masa muscular, lo que a su vez puede hacer que las articulaciones sean más propensas a la inestabilidad y al desgaste prematuro durante actividades que normalmente no deberían causar problemas.

En este sentido, el doctor Carlos Jarabo, director médico de Clínicas Cres, es especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte y nos cuenta que “el hecho de no realizar ejercicio físico en el día a día provoca un deterioro masivo en las articulaciones del cuerpo.” “El organismo no pone energía en las estructuras que no usa y deja que se deterioren”, indica.

La experiencia del doctor Jarabo le ha permitido ser testigo de los efectos que puede llegar a tener un estilo de vida sin actividad física diaria. Cabe recordar que actualmente la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar al menos una hora de ejercicio diario

Cuando las articulaciones empiezan a doler, la calidad de vida se ve afectada de manera significativa.

Cuando las articulaciones empiezan a doler, la calidad de vida se ve afectada de manera significativa. / Clínicas Cres

Un dolor constante que afecta el día a día del paciente

El doctor Jarabo se enfrenta diariamente a una amplia gama de síntomas musculoesqueléticos en su consulta, pero es frecuente que los pacientes describan un patrón similar: el dolor que inicialmente aparece solo durante ciertos movimientos, pero con el tiempo se intensifica hasta afectar significativamente a las actividades diarias. Este dolor, que en un principio no interfería con las tareas cotidianas, ahora se convierte en una presencia constante, obligando a los pacientes a depender de analgésicos y antiinflamatorios para aliviarlo.

El sedentarismo y la falta de hidratación son solo el punto de partida de este problema. Con el tiempo, la rigidez y el dolor se suman, llevando a muchos a darse cuenta de que algo no está bien. Cuando las articulaciones empiezan a doler, la calidad de vida se ve afectada de manera significativa. Especialmente en áreas como las rodillas y las caderas, el dolor no es algo que se pueda ignorar o tolerar fácilmente.

El doctor Jarabo comprende la importancia de abordar estos síntomas de manera integral, no solo tratando los síntomas, sino también buscando las causas subyacentes, como el estilo de vida sedentario y los hábitos de hidratación inadecuados. Al educar a sus pacientes sobre la importancia del movimiento regular y la adecuada ingesta de líquidos, el doctor Jarabo busca no solo aliviar el dolor presente, sino también prevenir futuros problemas articulares y mejorar la calidad de vida a largo plazo.

El doctor Jarabo comprende la importancia de abordar estos síntomas de manera integral.

El doctor Jarabo comprende la importancia de abordar estos síntomas de manera integral. / Clínicas Cres

Los tratamientos con medicina regenerativa son técnicas de última generación cuyo objetivo es reducir el dolor y mejorar la funcionalidad de la articulación. Estos tratamientos innovadores lo que intentan es evitar la cirugía protésica o aplazarla lo más posible, utilizando el material biológico del propio paciente para paliar los síntomas de la patología musculoesquelética.

“Dejar el dolor pasar solo empeora la situación, una detección precoz del problema puede evitar que empeore la situación”, comenta el experto. Asimismo, resalta que “ponerse en manos de profesionales con experiencia es fundamental para poder asegurar una evolución favorable siempre para el paciente.”

Doctor Jarabo en una consulta.

Doctor Jarabo en una consulta. / Clínicas Cres

El rol de la alimentación en estas circunstancias

El estilo de vida que cada individuo lleva tiene un impacto directo en la salud de su organismo, y la alimentación desempeña un papel fundamental en la prevención del deterioro articular. En este sentido, el sobrepeso es una condición que afecta a una gran parte de la población en España y está estrechamente relacionada con el sedentarismo. En casos de dolor articular, el control del peso juega un papel crucial en la mejora del paciente, lo que resalta la importancia de una alimentación adecuada durante el proceso de tratamiento.

Además del peso, la genética también influye en la nutrición y en la salud de la microbiota intestinal. Comprender el funcionamiento del sistema digestivo puede ayudar a prevenir patologías y reducir la inflamación, así como los síntomas asociados a enfermedades reumáticas como la artrosis o la artritis.

Los estudios genéticos nutricionales son pruebas que se han creado con el objetivo específico de usar la genética individual para descubrir de qué manera funciona el metabolismo de cada uno. Entre los parámetros que se estudian, se encuentra la predisposición a desarrollar intolerancias, cómo metabolizamos cada grupo de alimentos, un análisis de los genes de obesidad, entre otros.

El estudio sobre la microbiota intestinal es otro de los grandes avances en el mundo de la nutrición que estudia las causas asociadas a la inflamación, algo que termina por favorecer el estado óptimo del sistema inmunitario. Por eso en Clínicas Cres cuentan con una Unidad de Nutrición que, siempre que sea necesario, acompaña al paciente durante todo el tratamiento.

Puedes solicitar una consulta en la Clínica Cres Mallorca, ubicada en Palma, en la calle Carrer de Bartomeu Ferrà, 3, 1º, llamando al 971 25 35 38.