Estos son los riesgos del ayuno intermitente: lo malo que nadie te cuenta

Varios estudios revelan que el resultado es totalmente contrario a lo que la gente cree

Ensalada

Ensalada / Shutterstock

La polémica sobre omitir una comida del día con el fin de perder peso sigue generando debate en el ámbito de la alimentación y la nutrición, sin llegar a una respuesta definitiva que logre un consenso generalizado.

Asimismo, al igual que ocurre con el ayuno intermitente, prescindir de la cena se ha convertido en una práctica común para aquellos que desean perder peso rápidamente. Sin embargo, esta estrategia no siempre resulta efectiva a largo plazo y puede tener consecuencias negativas para la salud.

La omisión de la cena no es una práctica nutricional recomendable. En primer lugar, saltarse esta comida puede tener un impacto negativo en cuanto a la nutrición se refiere. La cena desempeña un papel crucial, ya que durante el sueño proporciona al cuerpo los nutrientes necesarios para la reparación y reconstrucción de los tejidos. Por tanto, al no cenar, el organismo puede carecer de los nutrientes esenciales para mantener una buena salud.

Además, la omisión de la cena puede afectar negativamente al metabolismo. Cuando el cuerpo no recibe suficientes calorías, entra en modo de inanición, lo que ralentiza el metabolismo y reduce la quema de calorías. Esto puede dificultar la pérdida de peso a largo plazo.

Contrariamente a lo que se pudiera pensar, saltarse la cena puede resultar contraproducente para el objetivo de adelgazar. Un estudio publicado en la revista Obesity reveló que aquellos participantes que omitían la cena y consumían un desayuno abundante presentaban un índice de masa corporal (IMC) más elevado en comparación con aquellos que cenaban de forma ligera y desayunaban de manera normal. Además, los participantes que evitaban la cena mostraban niveles más altos de insulina y glucosa en sangre, lo cual podría aumentar el riesgo de diabetes y enfermedades cardíacas.

Recientemente, una investigación publicada en la revista Nutrients demostró que las personas que no cenan tienden a ganar más peso que aquellas que sí lo hacen. Según el seguimiento del peso durante seis años en los sujetos del estudio, que eran voluntarios con predisposición al sobrepeso, se observó que aquellos que omitían la cena aumentaron su peso en un 10% más que aquellos que sí cenaban y lograron mantenerse estables.

Cabe mencionar que no es obligatorio cenar en todo momento, aunque los expertos en nutrición recomiendan no saltarse comidas y mantener una distribución equilibrada de nutrientes. Dentro de una dieta sana y equilibrada, es posible omitir una ingesta si no se tiene apetito o optar por una cena más ligera, como una porción de fruta con yogur natural o una crema de verduras. Ninguna comida es obligatoria, ya que como seres humanos somos capaces de reconocer lo que nuestro cuerpo necesita en cada momento. Si no tenemos hambre a la hora de la cena, nuestro cuerpo nos indica que no necesita alimentos.

Si estás tratando de perder peso, es fundamental seguir una dieta equilibrada y saludable que proporcione a tu cuerpo los nutrientes necesarios para mantener una buena salud y un metabolismo óptimo.