Fútbol. Primera División

El RCD Mallorca sigue de fiesta tras vencer al Girona

El conjunto bermellón se marcha a ocho puntos de los puestos de descenso tras vencer a los de Míchel en una semana redonda tras meterse en la final de la Copa

Copete, el mejor del partido, dio el triunfo a los suyos con un remate potente desde dentro del área en la primera parte

Lato celebra el gol de Copete ante el Girona.

Lato celebra el gol de Copete ante el Girona. / EFE

Miguel Chacártegui

Miguel Chacártegui

El RCD Mallorca sigue de fiesta. Tras meterse en la final de la Copa del Rey el martes, alargó su estado de euforia tras vencer este domingo con justicia al Girona (1-0) y colocarse a ocho puntos del descenso. El gol de Copete en el minuto 32 fue suficiente para los de Javier Aguirre, que dominaron en la prmera parte y se defendieron en la segunda para lograr una victoria muy importante.

El triunfo supone una tranquilidad extrema para los bermellones. Con una Liga en el que el descenso está tan barato, una distancia de más de dos partidos parece un muro casi inalcanzable. El Mallorca realizó un ejercicio de esfuerzo defensivo enorme, siendo superior a un Girona que tan solo apretó en el tramo final.

Si había alguna duda de si el esfuerzo titánico del Mallorca en la Copa del Rey iba a pasar factura ante los de Míchel en Son Moix, los de Javier Aguirre se encargaron de disiparla en los primeros cuarenta y cinco minutos. Superiores de principio a fin, maniataron a los catalanes en un primer acto en los que los bermellones estuvieron perfectos en la presión y siendo muy verticales en todo momento.

En una ventosa tarde, al igual que en resto de la isla, Aguirre solo presentó tres cambios en Son Moix con respecto a la alineación que dispuso en el Reale Arena, entrando en el once Mascarell, Lato y Muriqi. El resto, muchos de los que jugaron 120 minutos. La entrada al choque ya fue buena. Con el viento a favor, el Mallorca fue inteligente y forzó a la dubitativa defensa del Girona, que sufrían con el kosovar, que tuvo el primero con una vaselina que no encontró portería, y Larin.

Los saques de esquinas, siete en total en la primera mitad, eran un dolor de cabeza para los visitantes. Un remate de Gio al borde del área era el primer aviso, secundado por un centro-chut de Dani Rodríguez que repelió Gazzaniga como pudo antes de estrellarse en el palo.

La presión de todo el equipo no tenía descanso, dejando sin ideas a los Savinho, Tsygankov y compañía. Rajkovic apenas sufría y el Mallorca, con el paso de los minutos, se iba a acercando al área rival. Y con tanto saque de esquina, al final obtuvo el premio del gol. Un despeje defectuoso de Gazzaniga le cayó a Mascarell, que remató de primeras, golpeando en el cuerpo a Larin y cayéndole el balón a Copete, que con toda la calma del mundo controló el balón, levantó la cabeza y hundió la pelota en la pelota en la portería. Hubo cierta dosis de incertidumbre por una posible mano del canadiense, pero Martínez Munuera en el VAR no decretó nada.

El gol sentó de maravilla al Mallorca, que se veía muy superior. El gran esfuerzo físico, que podía pasar factura más adelante, había conseguido su premio y ahora tocaba defenderlo. Un triunfo podía significar media permanencia. La segunda parte arrancó igual, con un Girona fallón en la salida y un remate alto de Raíllo en un nuevo esquina.

El cansancio empezaba a pasar factura y Morlanes y Nacho Vidal entraron al campo en lugar de Antonio y Valjent, que había visto tarjeta en la primera parte. Como era de esperar, el balón empezó a vivir más en campo del Mallorca. Los espacios empezaban a aparecer y el Girona fue acechando la portería de Rajkovic, pero sin concretar nada. Darder y Abdón fueron los siguientes en entrar por Larin y Dani.

Copete redondeó su gran partido cortando una jugada de Portu en el 75 cuando se quedaba solo delante de Rajkovic. Una acción espectacular del central de Écija, que ha vuelto a recuperar su mejor nivel. Los minutos iban pasando y el triunfo ya se empezaba a acariciar en Son Moix, pero tocaba sufrir y de lo lindo.

El Girona amenazaba por los costados, pero el Mallorca, al igual que en el resto del partido, se defendió a las mil maravillas, con un Rajkovic que sacó un disparo con rosca de Couto en el descuento. Y así, con medio equipo agotado, los bermellones sumaron un triunfo de incalculable valor. El descenso está a ocho puntos tras una sufrida victoria. Un domingo inmejorable.