Fútbol

El Mallorca se condena en dos minutos nefastos ante el Atlético de Madrid

El equipo de Aguirre pierde 3-1 al encajar dos de los tres goles en el último segundo del primer tiempo y en la primera acción del segundo

Carrasco supera a Rajkovic para marcar el tercer gol del Atlético de Madrid

Carrasco supera a Rajkovic para marcar el tercer gol del Atlético de Madrid / Efe

Ricard Cabot

Ricard Cabot

En dos minutos. Así perdió el Mallorca en el Metropolitano ante un Atlético de Madrid de fiesta por su 120 aniversario. En el último de la primera parte, cuando apenas faltaban segundos para que los jugadores se fueran al descanso, y con los de Aguirre por delante en el marcador, el campeón del mundo argentino Rodrigo De Paul igualaba. Y en el primero de la segunda era Morata el que adelantaba a los de Simeone con un remate de cabeza anticipándose a Hadzikadunovic. Este gol equilibraba el tanto inicial de Nastasic, a los veinte minutos, al rematar de cabeza, sin oposición, un saque de esquina botado por Dani Rodríguez. 

Después de la trascendental victoria ante el Getafe, el pasado domingo, que deja virtualmente sellada la permanencia en Primera una temporada más, el técnico mexicano optó por muchos de los menos habituales y dar descanso a indiscutibles, como Muriqi o Kang. De forma incomprensible, todo sea dicho. A estos dos hay que unir a los sancionados Galarreta y Raíllo y, momentos antes del inicio del partido, se cayó Valjent, otro intocable, por enfermedad. Parecía que Aguirre no quería estropear la fiesta del que durante tres temporadas fue su club. El argumento de dar descanso a los jugadores -« llevan mucha tralla», dijo el técnico el martes, no se sostiene por ningún lado. Estamos hablando de profesionales de primer nivel que juegan un partido a la semana, el último el domingo y el siguiente el próximo lunes, dentro de cinco días. Si quieres ganar en un torneo tan competitivo, y más al Atlético de Madrid en su estadio, has de poner a los mejores. Con todos los respetos para Abdón y Ángel, no es lo mismo que estén ellos sobre el terreno de juego que Kang y Muriqi. Los primeros no aguantaban el balón cuando se acercaba por sus dominios. El surcoreano y el kosovar intimidan, y la genialidad del asiático puso en tensión al equipo de Simeone.

Con el mensaje que ofreció Aguirre desde la alineación, el Mallorca afrontó el partido consciente de su inferioridad. Pero el fútbol lo juegan once contra once. Ordenado en defensa, el equipo estaba dispuesto a aprovechar la más mínima oportunidad que se le presentara, que solo podía llegar a balón parado por lo poco que le duraba el balón en los pies. Y llegó a los veinte minutos por medio de Nastasic. El serbio cabeceó a placer un saque de esquina de Dani Rodríguez.

Remontada

El encuentro estaba en un escenario inesperado. El Mallorca frenaba al Atlético, que no encontraba huecos por donde penetrar. No aparecía Griezmann, la brújula de los rojiblancos, este miércoles de azul y blanco, los colores iniciales del club; ni Morata, ni Carrasco, ni Lemar. El partido transcurría a pedir de boca. Cuando todo apuntaba a que el equipo se iba a ir con ventaja a los vestuarios, Rodrigo de Paul empató con un trallazo en el área, imparable para un Rajkovic que hasta aquel momento había parado todo lo que le llegó. El gol nació de una pésima decisión de Maffeo cuando, a falta de quince segundos para el final del primer tiempo, decidió jugar un balón que se iba fuera del rectángulo de juego. Dio vida a la jugada y el balón acabó en las mallas de Rajkovic.

En el primer minuto de la segunda llegó el segundo gol del Atlético, obra de Morata, que superó en el salto a Hadzikadunovic para marcar el 2-1. En el campo ya no estaba Nastasic, que se retiró por molestias, y fue sustituido por Antonio Sánchez. Baba pasó a ser el tercer central. Diez minutos se demoró Aguirre en dar entrada a Kang, Amath y Muriqi, este por un Abdón que acabó mareado al impactar su cabeza con la de Giménez. El artanenc se llevó la peor parte y, pese a que se puso un aparatoso vendaje, ya no llegó a entrar al campo. 

El argumento del cansancio de algunos titulares para darles descanso no se sostiene por ningún lado

   Pese a la entrada del kosovar y el surcoreano, y eso que este lo intentó de todas las maneras, el conjunto de Aguirre mantuvo la versión borrascosa del inicio del segundo periodo, sin fluidez y poco picante, o al menos insuficiente para hacer daño a un Atlético que quiere la segunda plaza. El Mallorca estaba anestesiado, con y sin balón. Y el partido se podría haber acabado en el 77 con el tercer gol local, obra de Carrasco. Atacaba el Mallorca cuando el balón cayó en Griezmann. El francés pasó en largo a Carrasco, superando a Antonio, el último hombre, que se tiró sobre el césped en busca de un balón imposible. El belga se fue solo hacia Rajkovic, al que superó y remató a placer el tercer y definitivo gol.

 El Mallorca ha perdido un partido que estaba en todas las previsiones. Con más titulares posiblemente también se hubiera perdido, pero no hay motivos para dar ventaja a nadie, y menos a este Atlético. Los 40 puntos restan importancia al tropiezo. Toca pensar en el Athletic para seguir sumando y acabar la temporada lo mejor posible. El mayor peligro de este Mallorca es que, prácticamente conseguido el objetivo, se deje ir. Falta rematar la faena. El lunes ante el Athletic.

Pese a la entrada de Muriqi y Kang, el Mallorca estaba anestesiado tras el segundo gol del Atlético