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Fútbol

El Real Mallorca de Aguirre, defensa sin ataque

El entrenador mexicano debuta en el Mallorca ante el Getafe proponiendo un sistema de juego conservador en el que prima no encajar por encima de todo, dejando a su suerte al ataque y obligando a futbolistas a cambiar su estilo

El delantero del Mallorca Vedat Muriqi persigue la pelota en el partido ante el Getafe.

Cinco defensas. Tres mediocentros. El balón, lo más lejos posible del área de Rico. Combinar, mejor no pensar en ello. Futbolistas de toque y asociación, condenados a transformarse o morir. Así se presentó Aguirre en el banquillo del Mallorca en su debut frente al Getafe (1-0). El técnico mexicano marcó la que va a ser la hoja de ruta de los bermellones hasta final de temporada como remedio para lograr la permanencia. Habrá modificaciones, seguro, tanto de nombres como de posiciones, pero la idea base será la misma: apostar todo a no encajar y, si surge una oportunidad, aprovecharla, cosa que no sucedió en el Coliseum. 

Polémicas arbitrales aparte, que no aportan nada meramente deportivo una vez concluye el partido, el Mallorca mostró una cara nunca antes vista ni este curso ni el anterior. A nadie sorprende que Aguirre, técnico que prioriza lo defensivo, presentara un once plagado de futbolistas de corte defensivo (y eso que faltaron tres titulares como Raíllo, Valjent y Jaume Costa) y renunciara a todo lo que ocurriera en campo rival. Porque la misión, que no se cumplió, era no perder. Y el primer paso era no encajar, algo que tampoco se logró.

Desde el inicio del partido ante el conjunto azulón quedó más que clara la idea del Vasco. La pelota quemaba en los pies y cuanto más lejos estuviese, mejor. Lo cierto es que, hasta la expulsión de Russo, el plan funcionó a las mil maravillas. La inclusión de Baba como tercer central funcionó. El ghanés solo tuvo que dedicarse a cortar, algo que se le da infinitamente mejor que decidir qué hacer con el balón.

Pero el precio a pagar por un planteamiento tan conservador fue demasiado caro. A la hora de recuperar el balón, muchos futbolistas, que por naturaleza buscarían una salida fácil en corto y avanzar con la posesión, se veían extrañamente obligados a soltar pelotazos en busca de Muriqi y Fer Niño, pero sin poder acompañar la jugada para no perder la superioridad atrás, por lo que nunca se acabó sacando beneficio.

Aguirre, junto a segundo Toni Amor, en el Coliseum Alfonso Pérez. Chema Moya

Futbolistas como Salva Sevilla y Dani Rodríguez, acostumbrados a ser dueños de la pelota (en el caso del almeriense) y conducir para superar líneas (en el de Betanzos) tuvieron que anular sus ansias de ataque y convertirse en las primeras torres de defensa al servicio del objetivo. La cantidad de pases con éxito que realizaron los bermellones fue irrisorio y explicó la poca presencia en ataque. 

Las estadísticas computan un tiro de Fer Niño (que botó varias veces antes de llegar a manos de Soria) en todo el partido como máxima producción ofensiva. Porque este sábado en el Coliseum el resultado buscado fue el 0-0, aunque no se consiguió. Habrá que esperar a los próximos partidos para ver si esta idea de juego es la escogida por el tándem Aguirre-Amor o solo la reservará al jugar como visitante. Pero jugando en casa tocará dar un paso adelante, porque ceder la iniciativa desde el inicio puede ser demasiado arriesgado y cada vez restan menos jornadas. 

Y si se confirma, futbolistas como Take Kubo, Kang In Lee o Amath las van a pasar canutas hasta final de curso. Porque su perfil no casa con este sistema. Son jugadores que necesitan estar en contacto con el balón continuamente. Sin él, su figura se empequeñece. Así lo demostró el mexicano, que tan solo recurrió a su talento individual cuando el reloj y el resultado apremiaban –hasta el minuto 85 tan solo hizo un cambio, el de Ángel Rodríguez por Fer Niño–.  

La derrota en Getafe fue el peor comienzo posible para la andadura de un nuevo técnico, pero como poco sirvió para comprobar el libro de estilo del mexicano. El Atlético de Madrid, un rival muy superior al Getafe, exigirá mucho más.

Clasificación: El Cádiz se distancia en dos puntos

La jornada de ayer fue mala para el Mallorca, pero podría haber sido peor. El empate del Cádiz en Mestalla ante el Valencia (0-0) deja a los bermellones a dos puntos de la permanencia, que marca el conjunto gaditano con veintiocho puntos. Además, el Granada rascó un empate que parecía imposible ante el Rayo Vallecano y ya se ha distanciado en tres unidades del conjunto dirigido por Aguirre. Los bermellones, con siete derrotas seguidas, tienen que empezar a puntuar como sea o poco a poco la brecha, que todavía es inferior a un partido, se irá agrandando, dejando en imposible el objetivo de quedarse en Primera.

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