Manolo Reina necesitaba un partido así. No es el primero en el que brilla, quizá tampoco el último, pero la realidad es que su espectacular actuación ante el Celta evitó la derrota del Mallorca en Son Moix (0-0). Los gallegos dispusieron de más y mejores ocasiones, pero se toparon con un inspirado meta andaluz que se reivindicó en una temporada en la que siempre aparece en todos los debates. Es verdad que no siempre está a este nivel y que ha cometido algunos errores de peso, pero Luis García tendría difícil justificar su suplencia después de un rendimiento tan excelso como este.
En un encuentro absolutamente condicionado por el fuerte viento, este empate tiene buen sabor porque llega después de los tres sumados en la jornada anterior ante el Atlético de Madrid en el Wanda. Se perdió una gran oportunidad de meter tierra de por medio respecto a un rival directo, aunque es importante no haber caído para seguir mirando con cierta distancia el descenso.
Lo peor de la primera parte es que el Mallorca fue incapaz de aprovechar que el viento estuviera a su favor. Quedó claro desde el pitido inicial que no iba a ser un partido más. Lo que quizá no pensaban sus protagonistas es que fuera tan diferente. El espectáculo fue malo, condicionado de forma decisiva por las condiciones meteorológicas adversas que invitan a reflexionar si se debería haber aplazado. No se quedaba quieto el balón en los saques de esquina, los despejes se quedaban muy cortos o muy largos, dependiendo en qué parte del campo se encontrara el jugador. El espectador, los 10.655 valientes que acudieron al estadio y todos los que lo siguieron por televisión, se tuvieron que armar de paciencia para soportarlo. Había que ser muy del Mallorca o del Celta para no dedicarse a otra cosa en un viernes noche.
Dani Rodríguez fue de los pocos que entendió lo que debían hacer. A los tres minutos ya probó fortuna con un tiro lejano que se fue desviado, pero ese era el camino. Lo que en ese momento nadie sospechaba es que sería una acción aislada. Los bermellones llegaban a cuentagotas y los celestes apenas superaban el centro del campo. El susto llegó con un violento balonazo que impactó en la cabeza de Santi Mina lanzado por Galarreta. Los médicos de los dos equipos saltaron al césped de inmediato para asistirle al caer fulminado, pero afortunadamente el delantero quedó consciente. El público ‘barralet’ le despidió con aplausos cuando se retiraba en camilla. Galhardo le sustituyó.
Este empate tiene buen sabor de boca porque llega después de haber ganado en el Wanda hace una semana
El duelo, con constantes interrupciones, no fue a más. Los locales abusaban de enviar balones por arriba cuando era evidente que lo único factible es que no cogieran altura para evitar el viento. Daba la impresión que cualquier jugada, por absurda que fuera, podría ser decisiva y el que se pusiera por delante tendría mucho ganado. Hasta que el Celta, en el minuto cuarenta y tres, no marcó de milagro. Reina realizó una soberbia parada a un disparo de Brais Méndez y el rechace fue enviado alto por Galhardo. Todo un aviso para un Mallorca que respondió timidamente con otro chut de Dani Rodríguez que atrapó el meta Dituro.
Los de Luis García Plaza, curiosamente, entraron mejor en la segunda parte, con el viento en contra, que en la primera. Un buen pase de Abdón a Kang In Lee al corazón del área fue rematado por el surcoreano, pero Néstor lo despejó. Y después en un saque de esquina lanzado por el joven asiático llegó una gran oportunidad. Russo no pudo cabecear pero Maffeo, que llegó con todo, lo envió fuera al no haber podido meter la bota en condiciones.
La sensación es que el viento había amainado un poco. Había que aprovecharlo. Los vigueses, eso sí, apretaron. Galhardo se encontró con un providencial Valjent en el interior del área. García Plaza movió el banquillo, primero con Ángel y, después con Take Kubo. Algo había que hacer. El canario no tardó en aparecer. Toda una rata de área, se sacó de la chistera una chilena en un balón que la zaga no había despejado que pilló al portero bien ubicado. Parecía que el Mallorca iba a ir a por el partido de una vez, pero lo único que sucedió es que el Celta sacó los colmillos para dar miedo en el tramo final.
Galhardo remató a bocajarro y obligó a Reina a lucirse en una clarísima ocasión. Pero el festival del meta malagueño tendría más capítulos. Otra vez apareció para repeler un testarazo de Tapia que iba con toda la intención. Y Javi Galán, en el descuento, lo intentó con un gran disparo que se fue fuera por poco. Y cuando parecía que el choque estaba finiquitado, las emociones se dispararon. Reina se convirtió en un gigante al despejar un tiro de Nolito en el interior del área y, justo después, adivinó la dirección de un gran chut de Brais Méndez con una estirada de mucho mérito. Visto lo visto, este punto es todo un alivio.
REAL MALLORCA: Reina, Maffeo, Russo, Valjent, Jaume Costa, Battaglia, Galarreta (Sedlar, min. 89), Dani Rodríguez, Antonio Sánchez (Take, min. 68), Kang In Lee (Fer Niño, min.89) y Abdón (Ángel, min. 55).
CELTA DE VIGO: Dituro, Kevin, Aidoo, Néstor, Javi Galán, Tapia, Fran Beltrán, Denis Suárez (Nolito, min.71), Cervi, Brais Méndez y Santi Mina (Galhardo, min. 19).
ÁRBITRO: Díaz de Mera (C. Castellano-Manchego)..
T. AMARILLAS: Jaume Costa (min. 42), Kevin (min. 45+6), Dani Rodríguez (min.79), Galarreta (min.81), Denis Suárez, en el banquillo (min. 90).
