El Real Mallorca ya está en Palma

Feliz, pero exhausta. Así aterrizó la expedición del Real Mallorca ayer en el aeropuerto de Son Sant Joan. Tres días después de poner tumbo a Tenerife, el conjunto bermellón regresó a casa, pero lo hizo ya como equipo de Primera División, tras 72 horas cargadas de emoción, felicidad y mucha tensión. En la isla les esperaba su afición, que además de tener que vivir la temporada más extraña de los últimos años, también tuvo que disfrutar del ascenso de su equipo desde la distancia. 

Las restricciones sanitarias provocaron que la fiesta se desdibujara y solo un centenar de aficionados se acercaron a las puertas del estadio de Son Moix para recibir al equipo. Los festejos se posponen para el próximo lunes, cuando el Mallorca recibirá al Zaragoza en casa y 4.086 aficionados podrán volver a disfrutar de su equipo desde las gradas del estadio. 

Novias, mujeres, amigos, hermanos, padres, hijos… En el Visit Mallorca Estadi no faltaba nadie. Tras aterrizar en el aeropuerto hacia las 17:45 horas, la expedición mallorquinista puso rumbo hacia Camí dels Reis. Los pocos aficionados que esperaban a sus héroes en los aledaños del Estadi, pareció que se multiplicaron cuando el autocar del Mallorca hizo su aparición por la rotonda de La Vileta. «Som de Primera», volvió a ser el cántico más recurrente de una afición que jaleó con especial interés los nombres de Luis García y Abdón Prats. 

Todos los jugadores, a excepción de Martin Valjent, que por despiste abandonó el estadio nada más llegar, volvieron a mantear a su entrenador, pero esta vez lo hicieron a pocos metros de los mallorquinistas, quienes no pararon de vitorear a sus héroes en todo momento. La peor parte se la llevó Amath, quien durante el manteo al preparador rojillo se llevó un fuerte golpe y se convirtió en el objeto de las risas de sus compañeros. 

Ya solo quedaba la foto de familia. Jugadores, cuerpo técnico y directivos volvieron a pisar el césped de Son Moix para inmortalizar con una instantánea la gran familia en la que se ha convertido esta temporada el conjunto bermellón. «Ojalá podamos celebrarlo con nuestra gente con una victoria en casa», reconocía Dani Rodríguez ataviado con gafas de sol, aunque reconocía que no las necesitaba. «Ascender no es fácil, es un momento muy especial y estamos todos muy felices», reflexionaba por su parte Salva Sevilla. «Han sido dos días muy complicados, pero hemos vuelto a lograrlo», afirmaba por su parte un feliz Lago Junior. «Ojalá» respondía Luka Romero a la pregunta del millón: «¿Te veremos en el Mallorca la temporada que viene?».