Este Mallorca también sabe competir cuando el fútbol no le responde. Un solitario gol de Antonio Sánchez en el 18 de la primera parte bastó, en un encuentro incomodísimo para los bermellones, para derrotar a un combativo Logroñés (0-1) que llevó a los hombres de Luis García al límite. Los bermellones se apuntan otra victoria fuera de casa y un nuevo récord, el de más jornadas invicto de manera consecutiva lejos de la isla. En un día gris, el equipo supo gestionar su mínima ventaja y demostró que también sabe sufrir y competir en el fango.

Si alguien se pensaba que el Mallorca se iba a pasear por Logroño y en el nuevo Las Gaunas estaba muy equivocado. La derrota del Leganés ante el Cartagena ya era un preaviso suficientemente serio como para esperar un partido como el de hoy. Desde el inicio, la sensación que transmitieron los bermellones fue de incomodidad. El Logroñés, con la lección aprendida, sometió a los de Luis García a noventa minutos de pura intensidad y consiguió su objetivo. Y en ese contexto, con la ausencia de Galarreta, el Mallorca sufrió de lo lindo.

La primera mitad fue un recital de imprecisiones y errores en defensa. Además, con jugadores como Abdón, Dani o Amath desconectados, el Mallorca no consiguió crear sensación de peligro ni capacidad para controlar el partido. Dar dos pases seguidos se convirtió en misión imposible y las faltas coparon el protagonismo del choque. Precisamente, una dura acción de Cufré sobre Pacheco en el minuto 12 desencadenó en un gol anulado para los locales que podría haber cambiado el devenir del encuentro, pero el VAR volvió a sonreír de nuevo al Mallorca. Rocambolesca acción la que sobrevino después. Petcoff remató de cabeza, el balón impactó entre la mano y la rodilla de Raíllo y David González, sin marca, batió a Reina. Por suerte para los de Luis García, el delantero se hallaba por muy poco en fuera de juego, pero fue un claro toque de atención.

Esta jugada pareció espolear a los bermellones, que cuatro minutos más tarde vivieron su único momento de lucidez. Una gran jugada colectiva que inició Reina y que, tras pasar por Dani, Amath y Salva Sevilla, acabó en Cufré. El argentino, muy nervioso y errático todo el encuentro, se aprovechó de un resbalón desafortunado de Unai Medina para penetrar en el área y servir en bandeja el tanto a Antonio Sánchez, que solo tuvo que empujar el balón. Mucho premio para lo poco que había ofrecido hasta el momento, pero es lo que tienen los equipos potentes. En la primera y única ocasión en la primera mitad se llevó el botín.

El gol no varió ni un ápice el guion del encuentro. El Mallorca no tuvo el control del partido y el Logroñés, a través de balones colgados al área y jugadas a balón parado metió el miedo en el cuerpo a los bermellones, que se defendieron como pudieron. Reina, que sigue con problemas a la hora de salir, a punto estuvo de comerse un centro envenenado que finalmente Gámez despejó en línea de gol. Y tres minutos después, el propio guardameta repelió un fuerte disparo de Unai Medina.

Con el final de la primera parte el Mallorca respiró aliviado. El paso por vestuarios sirvió para que los bermellones trasladaran la acción al campo rival, pero sin profundidad. El Logroñés, fruto de una altísima presión, impedía al Mallorca poder trenzar jugadas en ataque, aunque poco a poco el cansancio empezó a hacer mella. Salva tuvo en sus botas el 0-2 con una falta desde el borde del área, pero su remate se estrelló en la barrera. Los minutos fueron consumiéndose y Sergio Rodríguez metió más fichas ofensivas dando entrada a Nano Mesa y Leo Ruiz, mientras que Luis García dio descanso a Abdón por Álvaro Giménez, al que todavía se espera demuestre la calidad que le hizo ser pichichi hace dos años en Segunda.

Dani Rodríguez, que mejoró sus prestaciones con el paso de los minutos, tuvo el segundo en sus botas, pero su fuerte disparo con la izquierdo se encontró con el larguero en la que era la segunda ocasión de todo el partido. El partido ya comenzaba a pegar sus últimos coletazos y Luis García metió a Febas por Amath buscando más control en el centro del campo.

Al Mallorca le quedaban quince minutos de arrimar el hombro y dar el do de pecho. El Logroñés tiró más de corazón que de cabeza y pecó de precipitación en la mayoría de sus jugadas. Mboula sustituyó a un exhausto Salva Sevilla, pero el partido ya estaba dictado para sentencia. Dani, incomprensiblemente, erró cuando tenía la sentencia en el descuento, pero por suerte se quedará en anécdota. El Mallorca sumó tres puntos de oro en su marathon por el ascenso. El partido ante el Logroñés es el primero de muchos que le esperan en esta segunda vuelta, incómodos y eternos, pero demostró que también sabe ganar así en plazas así. Y que dure.  

 

Ficha técnica:

Logroñés: Santamaría; Medina, Álex Pérez, Gorka (Bobadilla, m.53), Iago López; Petcoff (Nano Mesa, m.64), Sierra, Rubén M. (m.78, Bogusz), Pacheco; Andý y David Glez (Leo Ruiz, m.64).

Real Mallorca: Reina; Gámez, Valjent, Raíllo, Cufré; Baba, Salva Sevilla (m.83, Mboula), Dani Rodríguez, Antonio Sánchez; Amath (Febas, m.77) y Abdón

Goles: 0-1, m.18: Antonio Sánchez

Árbitro: Gálvez Rascón

TA: Rubén Martínez