Amath Ndiaye volvió a demostrar el gran fútbol que atesora en sus botas. El senegalés derrochó esfuerzo y trabajo ayer sobre el verde de Vallecas, pero sobre todo hizo para lo que ha venido: ser decisivo de cara al gol. Marcó el primero e inició la jugada del segundo. 

Escorado a la banda por el buen momento de Abdón, Amath ha encontrado su sitio en el equipo. En el primer gol, combinó de cabeza con el de Artà y, en dos toques, batió por alto con un trallazo a Dimitriesvki. En el segundo, robó un balón tras presionar la salida para cederlo a Dani Rodríguez, que encontró a Abdón en el área para que lograra el segundo gol del partido.