La jornada del regreso del Mallorca a Segunda ha demostrado que este es el único equipo de los tres que han descendido que no ha asimilado lo que se va a encontrar en la categoría, en la que la vitola de exPrimera no sirve para sumar los puntos. Hay que ganárselos sobre el césped y ayer el equipo de Luis García Plaza no hizo méritos para ello. Las carencias son más de actitud que de plantilla, por más que el Mallorca siga sangrando por los laterales, como lo hacía en Primera: el gol del Rayo es una muestra para repasar en vídeo una y otra vez y entender cómo no se deben hacer las cosas. El Mallorca apenas tuvo el mando en parte del partido, pero tras el descanso no fue quien hizo el fútbol más efectivo, creando apenas una ocasión clara de gol con la falta de Sevilla. Paradojas del destino, la vuelta del Mallorca le ha deparado los dos primeros duelos con dos técnicos que pudieron estar este principio de curso en su banquillo. El primero, el descartado Iraola, quien se llevó los tres puntos, lo que nos hace dudar de si la elección de Ortells por Plaza fue la adecuada. El segundo es Moreno quien, tras romper su compromiso con el Mallorca, dirige a un Espanyol que es el primer líder y el próximo rival. De momento, el Mallorca ha comenzado con un cero y la posibilidad de que acumule un doble cero es más que plausible. Hay que cambiar las cosas para que no suceda.