El mallorquinismo sigue en estado de 'shock', por mucho que algunos resultado de ayer aliviaran algo de dolor. El palo que recibió el viernes, cuando el Leganés empató en el minuto ochenta y seis con un golazo de falta de Óscar Rodríguez, solo entraba en los planes de los más pesimistas. Era un partido señalado, de los que no se podía fallar, pero la realidad es que los bermellones estuvieron muy lejos de su mejor nivel ante un colista que encontró premio a su insistencia (1-1). En este decisivo tramo final de temporada hay que dar la talla. Siempre. Se han acabado las excusas y, por supuesto, los regalos. Y ceder dos puntos ante un rival directo por evitar el descenso como los pepineros es un lujo que no se podían permitir.

Estas tablas, con sabor a derrota, obligarán a una gesta a los de Vicente Moreno en alguna de las ocho jornadas que quedan por delanteocho jornadas que quedan por delante. Hay que compensar este grave error obteniendo un resultado que no entra en las apuestas. No queda otra. Debe lograr los tres triunfos de casa más alguno fuera, como mínimo.

De las tres primera jornadas solo se ha rascado un punto, un balance incompatible con la permanencia. Toca despertarse y elevar el nivel. El calendario asusta de verdad, pero seguir en Primera División invita a una hombrada.

La siguiente estación es de las que da miedo. El Real Madrid, que hoy se puede poner líder de la clasificación si vence a la Real Sociedad, le esperará con el cuchillo entre los dientes. La Liga es el título que más cerca tienen los de Zidane, por lo que no pueden fallar. Medirse a los Benzema, Sergio Ramos y compañía no llega en el mejor momento, pero en la primera vuelta los bermellones sorprendieron al mundo conquistando un triunfo para el recuerdo gracias a un gol de Lago (1-0). Sin embargo, los blancos atraviesan una dinámica muy diferente a la de entonces y en el Di Stefano -el Bernabéu está en obras-, también se sienten fuertes.

No obstante, la cuesta sigue muy empinada para el Mallorca porque menos de setenta horas después tendrá que saltar sobre el césped de San Mamés, otro escenario de los imponentes de la competición, para medirse a un Athletic de Bilbao que aspira a meterse en Europa.

En la jornada treinta y tres llega otro duelo con aroma a final. Como la del pasado viernes, pero el resultado debe ser distinto. Los rojillos reciben al Celta, otro de los adversarios directos, en un encuentro que puede marcar tendencia en la tabla. Es necesario que los tres puntos se queden en la isla porque después cogerán un avión para jugar en el Wanda Metropolitano para enfrentarse a todo un Atlético de Madrid. Todo un reto que infunde respeto.

El choque ante el Levante es otro de los innegociables para el Mallorca. Solo vale el triunfo ante un rival que presumiblemente estará pensando en las vacaciones. El que seguro no está en la playa es el Sevilla, que apurará sus opciones de meterse en la Liga de Campeones. La visita al Sánchez Pizjuán es otra de las complicadas, sobre todo porque llega en un momento en el que los baleares tendrán mucha necesidad. Las dos últimas jornadas se disputarán ante el Granada y Osasuna, dos equipos que han hecho los deberes, aunque quizá en el caso de los andaluces tendrán posibilidades de luchar por Europa. Si no fuera el caso sería una buena noticia para el Mallorca, que despediría el año en Palma. Y el adiós del curso será en El Sadar en un partido que puede ser decisivo. O quizá ya no. Es complicado especular con tanta antelación. Mejor ganar, por si acaso.

Lo que le queda al Mallorca

Jornada Fecha Partido

31 24 junio Real Madrid - MALLORCA

32 27 junio Athletic - MALLORCA

33 1 julio MALLORCA - Celta

34 5 julio Atlético - MALLORCA

35 8 julio MALLORCA - Levante

36 12 julio Sevilla - MALLORCA

37 15 julio MALLORCA - Granada

38 19 julio Osasuna - MALLORCA

Mercado

El futuro de Ante Budimir está lejos del Mallorca según publica el medio Todomercado. La información apunta a que el Sevilla estaría dispuesto a pagar quince millones de euros por el delantero croata del Mallorca. La cláusula del balcánico, máximo goleador de los bermellones con nueve tantos, ronda los cuarenta, pero en caso de descenso se reduce.