Take Kubo fue el jugador que creó más peligro del Real Mallorca durante los primeros 45 minutos con hasta tres disparos a puerta que obligaron a Ter Stegen a esforzarse bajo los tres palos. El futbolista japonés dio frescura al equipo en la zona atacante y por banda diestra creó todas las oportunidades de las que gozaron los bermellones en la primera parte frente al Barcelona. Kubo no ha dejado de trabajar ni un solo minuto durante todo el confinamiento para regresar en la mejor forma posible. Perdió algo de protagonismo en el segundo tiempo, algo que no le impidió firmar los mejores números de su equipo: cuatro disparos, tres de ellos a portería, seis centros y hasta cuatro recuperaciones. Take Kubo crece partido tras partido y también está madurando en personalidad.