Si por algo será recordado el paso de Maheta Molango como CEO por el Mallorca será por su implicación en el área deportiva desde su llegada al club, llegando a realizar hasta setenta fichajes en poco más de cuatro años y un total de cinco entrenadores.

Si bien ha acertado con muchos de los jugadores que componen la actual base de la plantilla como Reina, Raíllo, Salva Sevilla o Budimir, lo cierto es que la proporción de futbolistas que realmente han sido importantes en el Mallorca es muy baja. Es difícil olvidar fiascos como Culio, Juan Rodríguez o más recientemente esta temporada, Trajkovski o Salibur.

Tras desembarcar en el club en enero de 2016 realizó varios fichajes a golpe de talonario, fórmula que le sirvió para salvar la categoría. Al año siguiente, realizando hasta trece fichajes, el equipo decepcionó en todo momento y acabó descendiendo a Segunda B.

La práctica renovación del plantel, unida a la elección de Vicente Moreno como técnico fue un acierto total, sustentado en el doble ascenso, aunque desde entonces, a excepción de Valjent y Budimir, ha realizado fichajes de elevado coste sin rendimiento en el terreno de juego, uno de los motivos por los que la propiedad ha dejado de confiar en él.