Este Mallorca merece más que los cuatro puntos que lleva en la clasificación. Anoche se quedó con las ganas de conquistar el triunfo, pero también tiene motivos para sentirse aliviado porque se podría haber quedado sin nada en un partido en el que hubo de todo, menos goles, y que tuvo un final loco. Aduriz, en el descuento, falló un penalti que le habría convertido en el verdugo de los que minutos antes le habían ovacionado. Reina, en una semana muy complicada para el portero, hizo una soberbia parada que evitó una derrota que hubiera hecho mucho daño. Pero es que antes que todo eso, Abdón también erró una pena máxima que lo habría cambiado todo (0-0).

Los bermellones fueron mejores que el Athletic, sobre todo en una buena segunda parte en la que un tiro al palo de Salva Sevilla y una gran ocasión de Lago hubieran evitado los nervios en un final no apto para cardíacos que no cambió nada. Este empate de los rojillos sabe a poco, por mucho que el que estuviera delante siga invicto, pero es evidente que el equipo está en el buen camino porque compite, muerde, y eso es esencial en los primeros pasos.

El duelo se inició con mucha intensidad, que no ocasiones, por los dos equipos. El Mallorca era consciente de que no podía ceder ni un metro a los vascos, que desde el principio le presionaron la salida del balón con la intención de que los Salva Sevilla y compañía no entraran en juego. Lo consiguieron a medias. Baba Rahman, que dejó una grata impresión en su debut, presentó sus credenciales con un sensacional centro al corazón del área que Budimir no pudo rematar por poco. Y si sabe atacar, también sabe defender. Porque después le arrebató el balón providencialmente a Capa cuando se disponía a chutar ante Reina. Los locales tenían más el balón, pero eran demasiado previsibles en ataque.

Un buen centro de Lago fue cabeceado sin fortuna por Dani Rodríguez, que en la banda no rinde con las mismas prestaciones que cuando está en el centro. Los visitantes demostraron que estaban en el partido con un testarazo de Raúl García que Reina blocó con seguridad y después con un disparo desviado de Muniain. Era el minuto treinta y seis, justo cuando los de Garitano elevaron su posesión del balón, aunque sin hacer daño. De hecho, antes del descanso Salva Sevilla lo intentó con un disparo de falta que despejó Unai Simón con los puños. Y en el córner posterior, Baba cabeceó fuera en una buena ocasión.

En la reanudación el Mallorca se dio cuenta que tenía opciones reales de ganar el encuentro. En una acción de soberbio talento digna de aparecer en todos los resúmenes, Febas dio una sublime asistencia de tacón a Lago, que todavía se está preguntado cómo pudo enviar ese balón fuera.

Algo no le debía gustar a Garitano, que introdujo a Beñat y a Aduriz, que se llevó una de las ovaciones de la noche por parte del mallorquinismo por su trayectoria en Son Moix. Moreno respondió con Kubo, que debía dar más velocidad a los suyos en los últimos metros. Y lo hizo, aunque más tarde. Eso sí, en el minuto sesenta y uno el Athletic pudo avanzarse. Yeray centró con mucho peligro, Aduriz remató y Reina pudo repeler la pelota en una gran intervención.

Moreno dio entrada a Abdón, que levantó al público de sus asientos después de ser uno de los héroes del ascenso. El de Artà jugó sus primeros minutos de la temporada tras superar la lesión que se produjo aquella mágica noche del 23 de junio ante el Deportivo. El Mallorca empezó a hacer muchos más méritos para obtener la victoria tras disfrutar de otra clarísima ocasión. Tras una buena combinación, Salva Sevilla estrelló el balón en el palo cuando Unai Simón estaba absolutamente batido. Hasta que apareció Kubo para dejar su sello. El japonés dribló a un Yeray que le derribó para hacerle penalti. Abdón decidió tirarlo. Y lo falló. El estadio se quedó mudo porque envió la pelota fuera antes de corear su nombre de inmediato para animarle. El Mallorca quedó tocado y los vizcaínos trataron de aprovecharlo. Beñat obligó a Reina a sacar los puños, pero fue un penalti que desveló el VAR, por manos involuntarias de Baba, que puso a prueba los corazones de los presentes. Pero Aduriz, cosas del destino, se topó con un inspirado Reina. Y para rizar el rizo, en el último esfuerzo, Alegría desató la locura con un gol que fue anulado, correctamente, por fuera de juego. Hubiera sido demasiado.El árbitro. Acertó en los penaltis y en las jugadas conflictivas

El árbitro. Acertó en los penaltis y en las jugadas conflictivasBuen arbitraje del colegiado asturiano, que estuvo acertado en las jugadas conflictivas, como los dos penaltis y en los fueras de juego, el último en el minuto 97 en un remate de Álex Alegría que acabó en gol.Buen arbitraje del colegiado asturiano

Lo mejor. La segunda parte

Lo mejor. La segunda parteTras una primera parte discreta, en la que el guardameta del Athletic fue un espectador más, en la segunda el equipo dio lo mejor de sí mismo y fue el dueño del partido, con ocasiones claras de gol Lo peor. El penalti fallado por Abdón

Lo peor. El penalti fallado por AbdónParecía la gran ocasión que esperaba el equipo para sumar su segunda victoria en cuatro partidos, pero el delantero de Artà lanzó el balón muy desviado y ni tan siquiera obligó a Unai Simón a intervenir