El gran inicio del Mallorca le ha permitido obtener la mitad de puntos que históricamente se necesitan para lograr la permanencia, el principal objetivo de esta temporada. Tras quince jornadas y con poco más de un tercio del campeonato disputado, el conjunto de Vicente Moreno ha conseguido 24 puntos, con seis victorias, seis empates y tres derrotas. Ante esta buena racha de resultados, ya son seis partidos sin perder, la afición se permite el lujo de soñar incluso con los puestos de playoff y en seguir la estela de los equipos llamados a luchar por las plazas de ascenso.

La temporada pasada el Almería logró la permanencia con 48 puntos, el doble de los que tiene actualmente el Mallorca, cifra similar a la que en los últimos diez años se han necesitado para evitar el descenso. En la temporada 2009-10 el Nàstic de Tarragona requirió de 51 puntos para mantener la categoría, la cifra más alta de la última década. El Alcorcón en la campaña 2016-17 y el Mirandés en 2013-14, necesitaron llegar a 50.

Después de la victoria conseguida el pasado domingo ante el Numancia por 1-0 en Son Moix, el Mallorca se encuentra sexto en la clasificación, en puestos de playoff y a seis puntos de la segunda posición, que asegura el ascenso directo a Primera y que actualmente ocupa el Deportivo de la Coruña. El descenso lo tiene a nueve puntos. Una de las claves de este gran inicio de Liga se encuentra en la seguridad defensiva. A pesar de las múltiples lesiones que han sufrido los zagueros bermellones, el equipo tan solo ha encajado catorce dianas, menos de un gol por encuentro.

Mejor inicio en Segunda

De esta forma, el Mallorca ha realizado un mejor inicio de Liga que en las cuatro temporadas que militó en Segunda División antes del descenso a Segunda B, superando así los 21 puntos que logró en la temporada 2013-14. El peor inicio que se recuerda del conjunto bermellón en la categoría de plata fue en el año 2015, donde tras quince jornadas disputadas, ocupaba la vigésima posición en la tabla con 15 puntos y con tan solo tres partidos ganados.

El paso por Segunda B ha permitido a la escuadra de Vicente Moreno empezar la competición sin la presión que soportaba en las temporadas anteriores en la Liga 123, donde el objetivo era el ascenso y la afición exigía a sus jugadores regresar a la Primera División lo antes posible. En cambio, este año el club se ha marcado la permanencia como única obligación, aunque sin descartar nada. Jugar sin esa exigencia y con la convicción de que se está realizando un buen trabajo, es otra de las claves de los buenos resultados. Si a eso se le suma el apoyo de la afición en cada encuentro, se crea el clima perfecto para completar una gran temporada.

El próximo sábado el Mallorca visita al Reus, conjunto que se encuentra en posiciones de descenso y con cuatro derrotas de los cinco últimos duelos disputados. Esto, aparte de sus graves problemas económicos. Ganar significaría lograr la segunda victoria lejos de Son Moix y continuar con la buena dinámica de juego y resultados. El conjunto bermellón ha demostrado que es capaz de jugar sin complejos ante cualquier plantilla, ya que solo ha perdido un partido por más de un gol, el 23 de septiembre ante el Albacete cuando cayó por 1-3.