Casi la mitad de los poco más de diez mil abonados que tiene el Mallorca se queda en casa en los días que el equipo juega en Son Moix. A pesar del buen inicio de temporada de los bermellones en su regreso a la Segunda División, una buena parte de los que en verano se sacaron el carnet no asiste al estadio.

Sin ir más lejos, el pasado sábado en el duelo ante el Tenerife, un rival atractivo de la categoría y que finalizó con goleada (4-1), un total de 4.405 socios no fueron a animar a los de Vicente Moreno. Esto representa la friolera de un 43,29 por ciento de abonados que no se desplazaron al campo, una cifra muy elevada y que no es la primera vez que se da, ni mucho menos. Porque este absentismo, que preocupa en el club, no puede atribuirse al horario, o al menos únicamente a este motivo o que se retransmita en abierto por televisión. El encuentro se disputó a las 16 horas del sábado, pero es que dos semanas atrás, ante el Albacete, se produjo curiosamente el mismo número de ausencias -4.405-, según datos a los que ha tenido acceso este diario, pero el duelo se disputó el domingo 23 de septiembre, a las 12 horas. Esto representa un 47,31 por ciento de aficionados con pase que no acudieron al Mallorca para el choque frente a los manchegos, que no fue ofrecido en abierto por televisión.

Y si se retrocede todavía más en el tiempo, el encuentro ante el Cádiz, al que tampoco asistieron 4.234 abonados de los poco más de diez mil que tiene el club a día de hoy, se disputó el viernes 7 de septiembre, a las 21 horas. Es decir, otro horario y día de la semana absolutamente diferente a los otros dos encuentros, pero que registró un absentismo similar, que alcanzó el 41,9 por ciento. Curiosamente el encuentro en el que hubo menos asientos vacíos fue el inaugural ante Osasuna. El choque se disputó el domingo 19 de agosto, a las 19 horas, una hora que se acerca más a la habitual para un partido de fútbol y al que asistieron 9.451 espectadores, de los que 7.115 eran abonados. El número de bajas entre los socios fue sustancialmente menor, y eso que en aquel momento el Mallorca todavía no había rebasado los diez mil socios.

El club puso en marcha hace un mes una iniciativa que ha sido bien acogida en la que invita a los abonados a ceder su asiento, en el caso de que no vayan a asistir al partido, a cambio de una compensación económica que se podrá aprovechar en productos del Mallorca o para rebajar el precio del abono del próximo curso. Pero no está siendo suficiente.

En la entidad ha sorprendido el elevado número de entradas que se venden en cada encuentro, una circunstancia que ayuda a maquillar de forma importante la entrada que se registra en Son Moix. Por ejemplo, ante los navarros, que suponía la vuelta de los baleares a la Liga de Fútbol Profesional, se despacharon más de dos mil, correspondientes a la Tribuna de Sol Alta. Eso sí, en la planta noble esperan que la buena marcha del equipo ayude a que esta situación mejore. Todavía queda mucha Liga por delante.