No es indiscutible en el equipo, pero lleva camino de serlo. Dani Rodríguez (Betanzos, 1988) está adquiriendo más protagonismo en el Mallorca a medida que pasan las jornadas, sobre todo cuando el equipo juega como visitante. El centrocampista se ha convertido en el primer recurso del entrenador, Vicente Moreno, cuando quiere introducir alguna variación en el once, sobre todo cuando quiere dotar de más consistencia al centro del campo.

De momento es el jugador número doce, pero llegó el pasado verano tras cuajar una gran temporada en el Albacete en Segunda para ser importante. Y en ello está el gallego, al que una lesión en el duelo de pretemporada ante el Málaga le obligó a estar dos semanas de baja justo cuando iba a empezar el curso. Eso interrumpió su progresión, pero Moreno no ha dudado a la hora de alinearle cuando se ha recuperado.

En estas siete primeras jornadas ha actuado en 310 minutos -tres partidos como titular-. Ha participado, aunque sea saliendo desde el banquillo, en todos los encuentros oficiales que se llevan, a excepción del inaugural ante Osasuna porque todavía se recuperaba de sus problemas musculares. Incluso dispuso de veinte minutos en la victoria ante el Oviedo en la Copa del Rey.

Dani Rodríguez, al que muchos consideran el único recambio natural de Salva Sevilla en la plantilla, tiene más presencia cuando Moreno decide salir con un solo punta, como sucedió en Lugo. Se coloca por delante de Pedraza y junto al propio Salva Sevilla en el centro del campo, tratando de lanzar balones a los extremos, Lago y Aridai, en la mayoría de los casos, y al punta, que suele ser Abdón. Tiene capacidad para distribuir el balón con mucho criterio y de buscar pases al hueco para los atacantes, más allá de su capacidad para llegar de segunda línea.

En Elche ya se ubicó en una posición similar y, curiosmente, el resultado fue el mismo que en el Anxo Carro (1-1). Eso sí, ante el Cádiz salió de inicio, aunque pegado a la banda derecha en un duelo en el que el Mallorca jugó con dos delanteros. Y curiosamente Rodríguez, fuera de sitio, cuajó su más discreta actuación como bermellón hasta el punto de que no ha vuelto a ser alineado en ese puesto. Moreno suele apostar por dos arietes en Son Moix, una circunstancia que deja con menos opciones al gallego para estar entre los elegidos.

Pero la temporada es muy larga y a buen seguro que tendrá más opciones de deslumbrar como lo hizo la pasada campaña con los manchegos, con los que anotó seis goles. Otra de las asignaturas pendientes de un jugador que promete, pero que debe dar más.