Será el de esta tarde noche un nuevo examen, para el Mallorca y para su entrenador Javier Olaizola, que se juega el puesto ante el indicutible líder de la categoría y prácticamente equipo de Primera División. El duelo ante el Levante llega marcado por la disputa del técnico vasco con varios peñistas el pasado miércoles a la salida del entrenamiento que ha perjudicado todavía más su figura de cara a la afición.

La grada se ha mostrado indulgente con el equipo y, sobre todo, el técnico, a quien de momento le ha salvado su continuo exhibicio nismo de mallorquinismo. Pero la paciencia ha llegado a un límite que puede provocar el estallido si esta noche se suma un nuevo tropiezo ante un rival de postín. Y nada invita al optimismo, aunque solo sea por la trayectoria de uno y otro equipo, el Mallorca en caída libre y el Levante contando las jornadas que le quedan para lograr el ascenso de forma matemática.

Tras la traumática derrota en Huesca el pasado domingo, encajada segundos antes de que el árbitro pitara el final del partido, Olaizola vuelve a remover el equipo en busca de una solución que no llega. La defensa será la misma que jugó en El Alcoraz. Las novedades llegarán en el centro del campo. Alex Vallejo, que fue de los destacados en uno de sus pocos partidos como titular, apunta a titular junto a Yuste. Las otras dos novedades serán Moutinho, que tras ser castigado por su entrenador tras un clamoroso error que costó el segundo gol ante el Tenerife, volverá al once titular tras su golazo en Huesca, que al final se quedó en anécdota. Y, por último, Brandon, que tras descansar en la última jornada, volverá a ser el hombre de referencia en ataque junto a Lago Junior.

No hay mucho más margen. En su desesperado intento por encontrar una solución que no llega, Olaizola ya lo ha probado prácticamente todo. Pero, al margen del evidente problema futbolístico, que existe, subyace un problema de ansiedad que se refleja en cada partido. El último ejemplo se dio el pasado sábado. Cuando empató Moutinho a tres minutos de los noventa reglamentarios, hasta el final del partido, en el minuto94,el Huesca creó hasta seis ocasiones de gol, incluida la que se tradujo en el de la victoria en el último suspiro.

El Mallorca tendrá delante a un rival con prácticamente los deberes hechos. Es tanta su ventaja sobre el tercer clasificado, 18 puntos, que se marca objetivos de postín para seguir siendo competitivos. El equipo, con 68 puntos, quiere batir el récord del Deportivo de José Luis Oltra, que en 2012 quedó campeón con 92. Defensivamente es un conjunto muy sólido, se adapta muy bien a los partidos y al mínimo error castiga al rival.