Angeliño, jugador del Manchester City que ha militado en el último mes en el Girona, ha sido el único refuerzo del Real Mallorca en el último día del mercado de invierno. El jugador gallego, que juega tanto de lateral izquierdo como de interior por el mismo lado, se une a Saúl, procedente también del Girona, y Zdjelar, centrocampista serbio cedido por el Olympiakos.

A la vez que el club ha intentado algún fichaje más, ha fracasado en su deseo de desprenderse de varios jugadores con fichas muy altas y con los que no cuenta el técnico Javier Olaizola. Salomao, Óscar Díaz y Oriol han sido tanteados para dejar la disciplina mallorquinista, pero los tres se han negado, dando la razón a su entrenador, que el pasado viernes, en la rueda de prensa previa al partido frente al Cádiz, dijo que "los jugadores no se quieren ir porque en Mallorca se vive muy bien".

Con los tres refuerzos en el mercado de invierno más la única salida de Alberto López, que se va cedido al Murcia tras no haber jugado ni un minuto con la primera plantilla, Olaizola dispone de una nómina de 26 futbolistas, una cifra exagerada teniendo en cuenta que el equipo jugará diecinueve partidos hasta final de temporada. Una auténtica bomba de relojería, sobre todo porque ya hay jugadores señalados que saben que, salvo contratiempo inesperado, no dispondrán de minutos en lo que resta de temporada.