Continúa la maldición del Mallorca B en su terreno de juego. Ayer el filial sumó su quinto punto de la temporada en casa frente a un rival menor como demostró ser el Prat, conjunto ordenado y aseado, que supo interpretar a la perfección el guión asignado de salida. El cuadro palmesano estuvo negado, especialmente de cara al marco contrario, mejor que mejor para el equipo de Pedro Dolera.

Pese a las bajas, el filial rojillo salió de forma decidida a por el partido frente a un rival, el Prat, que guardaba gran respeto al cuadro local, con una sola referencia en punta de ataque, Óscar, y el resto de efectivos por detrás del esférico. Sin que las ocasiones llegasen en cascada, los isleños controlaban de forma absoluta a un rival que apenas visitó la portería defendida ayer por Valens. Un disparo de puntera de Nacho al cuarto de hora tras un despiste de la zaga rojilla más sendos centros al área local fue todo el bagaje ofensivo de un Prat más preocupado en defender que en perforar el marco contrario.

Cedric, con dos disparos desde fuera del área y con un cabezazo a puerta vacía que increíblemente se marchó fuera, tuvo las opciones para batir el marco de Toni. Con todo, el gol no llegaba para el filial bermellón, incapaz por momentos de romper la defensa prácticamente numantina de los potablavas. Y así se llegó al intermedio, con empate a cero, para un primer tiempo al que sólo le faltó el gol del filial que hiciera justicia a lo que se estaba viendo sobre el terreno de juego.

Tras el descanso, el partido fue de nuevo un bucle, en lo que al guión del mismo se refiere. Los rojillos continuaron con su asedio sobre el marco de un Prat que tiró del recurso del pelotazo a su referencia más adelantada para quitarse de encima el peligro que, sobre todo por banda derecha, creaban Juanjo y Pol. Pese a ello, los catalanes se encontraron al cuarto de hora con un regalo de Juanjo en forma de cesión que no supo aprovechar Plovins, al estar más rápido en su salida con los pies Valens. Los catalanes, muy seguros en la zaga, también regalaron una opción clara de gol al filial tras un corner botado por Cano y pésimamente defendido por el Prat, y que no acabó en el 1-0 porque Baba, solo en el segundo palo y a puerta vacía, hizo lo más difícil: lanzar la pelota fuera.

Con el paso de los minutos, el juego del filial se fue atascando. El entrenador Javier Olaizola buscó soluciones desde el banquillo, moviendo piezas. Enzo y Alberto entraron a la cancha, aunque apenas variaron el guión de los minutos finales. Lejos de crear más opciones de gol, pudo llegar el 0-1, con el cabezazo de espaldas a portería del recién entrado Poves. Hubiese sido un epílogo surrealista e injusto a un partido en el que sólo faltaron los goles del once local. Al final empate a nada en Son Bibiloni que deja al Mallorca B en la zona media baja de la tabla. Los rojillos se medirán el próximo fin de semana al Espanyol B.