Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La crónica

Asalto al Arcángel

Brandon guía a un Mallorca que jugó mucho tiempo a la deriva con un gol y una asistencia a Moutinho que valieron para lograr el primer triunfo a domicilio - El equipo sobrevivió al rodillo del Córdoba en el primer acto y tiró de eficacia en el segundo

El Real Mallorca conquistó en el Arcángel su primera victoria a domicilio de la temporada después de una de sus peores actuaciones de la temporada. El grupo de Vázquez sobrevivió al rodillo del Córdoba durante toda la primera parte, con mucha más pena que gloria, y llegó vivo a un segundo acto en el que sentenció con dos fogonazos. El fútbol es así, y más en esta Segunda División.

Valieron los dos chispazos de Moutinho y Brandon en la segunda mitad, en un impecable ejercicio de eficacia de los rojillos en el que el mallorquín volvió a brillar. Asistió al portugués en el primer tanto y firmó el segundo. Otra vez el canterano fue el único capaz de aportar algo de luz.

El conjunto de Vázquez se regaló a sí mismo la peor primera parte de la temporada. Un acto en el que no cometió ni una sola falta contra el rival. La viva imagen de la impotencia ante un Córdoba que llegó a avasallar, pero que no encontró el camino del gol porque o se pasó de frenada, o se interpuso Santamaría. O Raíllo, que sacó una pelota bajo palos.

El Mallorca fue un pelele, un equipo digno de compasión. El Córdoba, con un Bergdich pletórico y sangrando al grupo de Vázquez por la izquierda, y Rodri y Alfaro filtrando pases en el borde del área grande de Santamaría, desactivaron a un visitante que se encomendó desde el principio a la única carta del contragolpe. En esas pudo marcar Moutinho. Culio dibujó una asistencia medida, puro fútbol de precisión, pero el portugués se desequilibró en el momento en el que solo tenía que empujar a la red.

El reloj avanzaba y el Córdoba asumía cada vez más responsabilidades. Los andaluces cogieron la manija y borraron el centro del campo de un Mallorca todavía más mermado desde el minuto veinte, cuando Lago Junior tuvo que dar paso a Pol Roigé por una indisposición del africano.

Company estuvo a punto de marcarse en propia puerta al despejar mal un balón. Segundos después Santamaría tuvo que estirarse para sacar con la punta de los dedos una pelota que se había envenenado.

El Córdoba, completamente descamisado, se lanzó a degüello contra el Mallorca más timorato de la temporada. Rodri superó la salida de Santamaría y tuvo que aparecer la cabeza de Raíllo para desviar cuando El Arcángel ya cantaba gol. Poco después, de nuevo Rodri, puso a prueba los reflejos de Santamaría.

El esférico estaba siempre en poder de jugadores del Córdoba, que afortunadamente para el Mallorca no atinaban cuando había que dar el último pase o definir ante Santamaría.

Los bermellones parecían atontados, corriendo en todas las direcciones y sin recursos para oponer una mínima resistencia. Solo rezar para escuchar el pitido salvador del árbitro que ordenara enfilar el camino de vestuarios.

Pero el Córdoba siguió bailando a los hombres de Vázquez en el segundo acto. Los andaluces encadenaron un ataque detrás de otro, mientras el Mallorca seguía provocando vergüenza ajena. No dejó noticias de su presencia en el césped hasta el minuto 58, cuando cometió la primera falta del partido.

Pero el fútbol muchas veces escapa de la lógica, sobre todo en esta Segunda División. Y el grupo rojillo se adelantó en su único disparo entre los tres palos cuando Moutinho aprovechó un magnífico pase entre líneas de Brandon para batir a Kieszek, inédito hasta entonces.

El bloque de Oltra siguió intentándolo, pero con menos convencimiento. Y el Mallorca fue llenando el depósito de confianza. Quizás gracias a eso ejecutó su primer córner en el minuto 77. Y Brandon, más listo que nadie en el área pequeña, sentenció el partido. Culio ejecutó desde la esquina, Yuste peinó y el mallorquín empujó en el segundo palo anotando el séptimo tanto de su cuenta personal.

Ahí se acabó la historia. La grada del Arcángel enmudeció, aparecieron los pitos y el grupo balear solo tuvo que gestionar el marcador y atrincherarse en torno a Santamaría.

El triunfo, que acerca a los rojillos a la zona de 'play-off', debería significar un punto de inflexión.

Compartir el artículo

stats