Con prácticamente ninguna experiencia como entrenador en el fútbol profesional, Fernando Hierro ha sacado petróleo de su condición de exfutbolista del Real Madrid y de la selección española. El Oviedo ha tirado la casa por la ventana para hacerse con sus servicios y le paga alrededor de un millón de euros por cada una de las tres temporadas que ha firmado. Pero no solo eso. A su amplio equipo de colaboradores, el club asturiano le abona otra cantidad similar.

El Oviedo, que se hundió al final de la pasada temporada en sus aspiraciones de meterse, al menos, en el play off de ascenso, confía en el malagueño para intentar de nuevo el asalto a la máxima categoría.

"La Liga es muy larga, hay momentos para todo. Ganaremos tres partidos seguidos y en otros momentos no ganaremos y parecerá que se acaba el mundo. Hay que tener paciencia. Es lo bonito: que puedes ganar o perder con cualquiera. Es la riqueza de la Segunda, muy competitiva", dijo ayerHierro, en la víspera del viaje a Palma para enfrentarse al Mallorca.

"Ganar en casa sirve para dar confianza porque si juegas bien pero no ganas, como en Valladolid, te entran dudas. Contra el Almería jugamos una muy buena segunda parte. Nos hace más fuertes a nosotros y al entorno. Nos da confianza a todos", dijo optimista el entrenador del conjunto astur.

"Los equipos no se consolidan hasta Navidad. Me gusta la actitud y el compromiso. Que los futbolistas salen con 15 minutos y tienen actitud. Que el lunes los que no han jugado vengan a entrenar de forma profesional. Estamos encantados. Todos tienen una actitud fantástica. Esa es la fortaleza de un grupo. Que cuando quedan 7 o 5 jornadas lleguen todos enchufados, con ilusión", concluyó.