El Real Mallorca ha conseguido su primera victoria de la pretemporada después de imponerse en el campo del De Grafschap, un rival claramente inferior al Roda y al Willem II y que demostró que en el apartado defensivo es un equipo muy blando, con muchas pérdidas de balón incomprensibles y fallos de concentración. Aún así el partido no fue placentero para el Mallorca.
La primera parte no dejó ninguna noticia positiva. Fue decepcionante por el resultado, el juego y las lesiones. Hasta tres cambios tuvo que hacer Fernando Vázquez antes del descanso por los problemas físicos de Alberto, Serrano y Cedric. En el minuto 23 se adelantaron los holandeses. Lo hizo Koolhof, que se quedó solo frente a Cabrero después de Joan Sastre cometiese un grave error de cálculo a la hora de marcar a su rival. El resultado volvía a estar en contra y los mallorquines algo bloqueados. Apenas inquietaron al portero del De Graafschap en la primera parte. Solo un centro peligroso de Sastre en una buena incorporación por la banda derecha.
Una vez más, el Mallorca de la segunda parte fue distinto. La pareja Juan Domínguez y Damià Sabater en el doble pivote parece que funciona, sobre todo en la parcela ofensiva. Con ellos el equipo llega al ataque con más facilidad. Al poco de iniciarse el segundo tiempo llegó el empate en una jugada de estrategia, lo que significa una buena noticia para los de Vázquez. Culio, otra vez, sacó una falta lateral que remató con mucho poderío Juan Rodríguez. Su remate se coló por la escuadra y el portero del De Grafschap ni se movió. El guión era el mismo que el de partidos anteriores. Posesión y control pero con problemas atrás cada vez que el rival se acercaba. El partido se volvió algo loco jugadas de ida y vuelta. En una de ellas, Juan Rodríguez demostró que es un centrocampista llegador y marcó su segundo gol con un buen giro que le permitió colocar el balón lejos del alcance de Bednarek. Por primera vez en la pretemporada, los de Vázquez jugaban con el resultado a favor y eso se notó, sobre todo en la confianza y en la tranquilidad. El equipo siguió jugando en campo del rival y creando peligro. El único peligro fue el que se creó el mismo con pérdidas en el centro del campo.
De esta manera, el conjunto mallorquinista cierra su 'stage' de Holanda con un bagaje de un empate, una victoria y dos derrotas contra equipos de la Eredivise. Dejando al margen los resultados, el Mallorca ha evidenciado problemas en defensa y en la finalización. La lentitud de sus defensas en algunos casos ha sido alarmante, sobre todo en el caso de Ansotegi. En ataque, habrá que ver qué delantero centro decide fichar el club, porque con Colunga y Óscar Díaz parece que no es suficiente.
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