Pepe Gálvez tiene más o menos decidido qué Real Mallorca recibirá mañana al Albacete, pero ayer no quiso dar pistas. El técnico, que dirigirá al conjunto bermellón el primero de los tres partidos de prueba que el club le ha dado, puede seguir dos caminos: romper con el pasado o diseñar una transición ordenada. El calvianer deslizó que apostará por lo primero.

"No descarto nada. Se puede pensar que por ser la primera semana no hay que hacer un cambio tan radical, que sea más paulatino. O podemos ser un poco más radicales. Las dos opciones son buenas porque son gente inteligente y en una semana lo pueden coger. Está claro que hay mecanismos diferentes que cuestan un poco más, pero están acostumbrados", valoró Gálvez.

El técnico fue más claro en la siguiente respuesta: "El tema va encaminado a hacer el cambio más o menos brusco. Lo estoy valorando, pero creo que al final uno tiene que morir con sus ideas y ser fiel a lo que más le gusta. Por ahí van los tiros".

El entrenador no tiene demasiado tiempo. La confianza que ha depositado Miquel Àngel Nadal en su figura es limitada y tendrá pocas semanas para construir con éxito un Mallorca más ambicioso. "Lo más urgente es cambiar el perfil de jugador para ser más ofensivo. A ver si ganamos gol sin perder la estabilidad defensiva que tenemos", confió.

De este modo, previsiblemente Son Moix verá a un equipo mucho más atrevido que el que disponía Albert Ferrer, más propenso a especular con el resultado en algunas fases de los partidos. El grupo de Gálvez debería ser además protagonista absoluto con la pelota.

El calvianer podrá contar con Brandon y Company, ya completamente recuperados de sus respectivas lesiones. Serán dos grandes apoyos para el preparador interino, especialmente el delantero, casi siempre decisivo cuando ha estado sobre el terreno de juego.

Lo normal es que Brandon forme en la punta de ataque con Bianchi, un futbolista que en esta nueva etapa debería recuperar el protagonismo que perdió con Ferrer.

Gálvez valoró la dificultad que entraña el Albacete. "Probablemente es el equipo más difícil de contrarrestar de la categoría. Es muy valiente en todo lo que hace, tanto en ataque como en defensa. Casi siempre intentan jugar la pelota e intentan dominar todos los partidos en casa y fuera. En Segunda hay pocos equipos que propongan ese estilo", asumió.

Asimismo, matizó las declaraciones de Joan Oriol, que el jueves opinó que sin refuerzos el Mallorca no estará arriba en la clasificación. "Es una opinión personal. Pero mientras no afecte al grupo, no pasa nada. Yo siempre diré que los jugadores que tengo son los mejores del mundo. Ahora bien, si se puede mejorar, bien. El Barcelona se quiere reforzar y va primero. Sería lógico que aquí también se quisiera reforzar el equipo. Por lo demás, no doy más importancia a esas declaraciones", subrayó.

El técnico indicó que se centra en los próximos partidos, por lo que no estará pendiente de lo que suceda en el mercado de invierno: "No sé lo que pasará en el futuro. Podemos dar nuestra opinión, pero mi trabajo se focaliza en un 98 por ciento en estos tres partidos".

Finalmente, recordó la importancia de lograr la victoria para "salir cuanto antes de una situación muy difícil".