Valeri Karpin entrenará esta mañana, casi con toda seguridad, al Mallorca por última vez en Son Bibiloni. El presidente Biel Cerdà y el consejero Utz Claassen ya tienen decidido el sustituto, que salvo sorpresa mayúscula será Miquel Soler, que llegará en compañía de Vicente Engonga, el tándem que hasta diez días antes del inicio de la Liga llevó el mando del equipo.

Pese a que Cerdà dijo en rueda de prensa que la decisión la debe tomar Miquel Angel Nadal, el presidente y el alemán tienen ya decidido el regreso de Soler y Engonga. Si se confirma la vuelta de este dúo se dará la paradoja de que entrenarán a un Mallorca al que tienen denunciado por despido.

Llorenç Serra Ferrer propuso el nombre de Javier Olaizola, técnico del filial, que ya salvó al equipo del descenso la pasada temporada al sustituir a Lluís Carreras en las tres últimas jornadas y que conduce con solvencia al filial de Segunda B. El máximo accionista, en minoría por el pacto urdido entre Claassen y Cerdà, defendió al técnico vasco "por sus conocimientos y porque es una opción mucho más barata que Soler". Serra preguntó si el contrato del técnico catalán sería más económico que el de Karpin, al que se deberá indemnizar con 400.000 euros si se confirma su despido.

Cerdà mantendrá durante la jornada de hoy conversaciones con Miquel Angel Nadal, que se pondrá en contacto con Soler y Engonga para proponerles su regreso al primer equipo. Tendrán ante sí una dura tarea porque lo cogerán colista con solo dos puntos de 21 posibles, ahora mismo a cinco de la salvación, aunque es verdad que solo nos encontramos en la séptima jornada, con mucho tiempo por delante para enderezar el rumbo.

Karpin ha sido víctima de los pésimos resultados del equipo, que todavía no conoce la victoria. Pero también de los clamorosos errores en defensa que han costado muchos puntos. Si no es Agus, es Truyols, y si no el guardameta Cabrero el que ha fallado en errores groseros en una defensa profesional. El problema parece más de falta de calidad que de otra cosa, aunque también es verdad que la propuesta futbolística de Karpin ha brillado por su ausencia. El equipo no juega a nada y solo algunos destellos de Marco y Pereira han dado algo de luz a un equipo que juega a oscuras.

El entrenador ruso también se ha visto perjudicado por la pésima planificación. Se encontró con una plantilla hecha sin haber tomado ninguna decisión y, en pocos días, le llegaron jugadores que el tiempo ha demostrado que son de muy bajo nivel. La mayoría de ellos son suplentes y los que juegan lo hacen a un nivel más que discreto. Karpin tiene las horas contadas. El ´paripé´ de Cerdà al término del Consejo ante la prensa fue un enredo más para no anunciar lo inevitable: el despido del entrenador.