Si la estadística no miente, el Real Mallorca va a encontrar muchas dificultades para marcar el domingo en Riazor. El duelo enfrentará al Deportivo de la Coruña, el equipo menos goleado de la categoría, contra el que más tantos ha encajado, el conjunto bermellón. Mientras el grupo de Oltra arrastra los mismos problemas defensivos que le condenó bajar a Segunda la pasada temporada, el de Fernando Vázquez -descendido el mismo curso- ha encontrado la manera de cerrar su línea de atrás.

Los siete goles que ha encajado en trece jornadas -los mismos que el Alcorcón- contrastan enormemente con los 23 que acumulan los rojillos. Una cifra que resulta asombrosa y que enraíza en la precariedad con la que tuvo que trabajar Vázquez durante el pasado verano.

Los enormes problemas financieros de la entidad gallega hicieron que el técnico solo dispusiera de diez futbolistas profesionales a sus órdenes hasta muy avanzado el verano, lo que le obligó a concentrar casi todos los esfuerzos del equipo en defensa. Preocupado por la falta de recursos en su plantilla, Vázquez ordenó incluso a sus futbolistas de ataque que se aplicaran en defensa. La idea era tratar de mantener la portería a cero en la mayoría de los partidos y materializar las escasas ocasiones que pudieran aparecer.

A medida que se acercaba la competición llegaron algunos refuerzos -muchos de ellos ya con el curso iniciado- aunque a día de hoy la plantilla no cuenta con más de diecisiete futbolistas profesionales. En todo caso, aquel virus defensivo que Vázquez inoculó a sus jugadores durante el verano ha perdurado desde entonces.

Claro que también se ha producido el esperado efecto colateral y el Dépor es hoy uno de los equipos con peor promedio goleador de la categoría con solo doce tantos a favor -frente a los dieciséis del Mallorca, por ejemplo-. Un balance que, sin embargo, ha permitido a los gallegos auparse a la segunda plaza de la clasificación, a tres puntos del líder Recreativo.

Sobre el papel, el Mallorca lo tendrá complicado para perforar la meta de Germán Lux. Por contra, y siempre según la estadística, no será demasiado exigido en defensa, el punto débil de los rojillos.

Oltra se aferra al hecho de que su equipo ha cerrado cinco de los últimos ocho partidos con la portería a cero. Y con Bigas y Geromel como pareja de centrales parece haber encontrado una cierta estabilidad. Sin embargo, casi siempre durante la competición se ha comportado como un grupo muy vulnerable atrás. Será un duelo extremo.