­Nada es seguro en el fútbol y menos en un Real Mallorca sometido a fuertes convulsiones desde que arrancó el campeonato. Que se lo digan a Rubén Miño, cuya titularidad se tambalea después de haber encajado cuatro goles ayer ante el Zaragoza. "No lo sé", respondió José Luis Oltra a la pregunta de si el guardameta catalán jugará de inicio el próximo domingo en Tenerife.

El guardameta catalán contribuyó activamente a una nueva humillación del Real Mallorca con su peor partido este curso y en el que cometió dos fallos notables al menos en el primer y cuarto gol de los maños. Detuvo un penalti evitando así el 2-5, pero no le absuelve de una actuación deficiente.

Tanto en el gol de Acevedo que abrió la cuenta maña como en el de Barkero, que la cerró, el catalán llegó con retraso a desviar dos disparos lanzados desde fuera del área y que en apariencia no revestían demasiado peligro. Siempre con la colaboración de la defensa, de nuevo un chollo para el rival, Miño emborronó una solvente -aunque breve- trayectoria como guardameta titular del conjunto bermellón.

El catalán ha jugado de inicio en los últimos cinco encuentros en los que ha encajado siete goles. Una estadística sensiblemente favorable a la de Aouate, que en los tres primeros partidos de Liga encajó nada menos que once dianas.

Oltra optó por Miño en la previa del encuentro ante el Mirandés, pero esa confianza está ahora puesta en duda. El catalán dejó la portería a cero frente a los burgaleses y el Barcelona B resolviendo el poco trabajo que tuvo en ambos. Pero el técnico valenciano se acuerda muy bien de algunos errores importantes ante el Hércules -que dio el empate a los alicantinos-?y el Alcorcón -que dio esperanzas a los madrileños-.

Miño resucitó ayer el debate de la portería. Y Oltra lo alimentó al rechazar mojarse por el guardameta catalán.