Los de Caparrós son incapaces de romper en Riazor la mala racha liguera que arrastran y suman su quinta derrota consecutiva. El Depor, sin embargo, alivia su situación con la segunda victoria de la temporada.

Una acción personal del portugués Bruno Gama, a la media hora de partido, desequilibró el segundo encuentro en tres días entre gallegos y baleares, que se habían enfrentado el jueves en la Copa del Rey.

Deportivo y Mallorca alargaron la siesta en el césped, especialmente los coruñeses, adormilados como hacía tiempo que no se les veía, imprecisos en el juego, lentos en la circulación y sin dar señales de actividad en ataque para tranquilidad de Aouate, que no se tuvo que emplear hasta que el cronómetro llegó a los 28 minutos.

Fue el tiempo en el que el Mallorca, con poca brillantez pero los conceptos claros, la idea futbolística de Joaquín Caparrós interiorizada, dio mayor sensación de peligro que los de Oltra, con Arizmendi entonado en el que fue su campo temporada y media, pero sin lograr que Hemed y Víctor Casadesús aprovecharan sus internadas por la banda derecha.

Dos disparos desde fuera del área de Pereira y un centro de Nsue, que jugó como lateral derecho por las bajas que acumulan los baleares, comprometieron a los deportivistas, pero el marcador no se movió.

Sí lo hizo en el segundo disparo a portería de los deportivistas, que habían probado fortuna con un lanzamiento desde la frontal del portugués Pizzi y convirtieron dos minutos después, a la media hora de juego, con una acción personal de su compatriota Bruno Gama, que se libró de la marca de Bigas y batió a Aouate con un disparo ajustado al poste.

Bajo un intenso aguacero, el encuentro ganó dinamismo en la segunda parte, con sustos para ambos equipos por las condiciones en las que estaba el terreno de juego.

El primer sobresalto lo causó Zé Castro con un pase hacia su portero que robó Arizmendi, pero el delantero falló ante Dani Aranzubia, que logró desviar el esférico.

En el área contraria, con Aouate fuera de la portería, Geromel desvió mal un disparo de Pizzi y Anderson evitó, bajo palos, el segundo gol del Deportivo, que volvió a rozarlo con una vaselina de Bruno Gama.

El Mallorca, que a falta de veinticinco minutos ya había hecho los tres cambios, también buscó el empate y habría podido conseguirlo tras un balón que se le escurrió de las manos a Aranzubia y que Marchena despejó antes de que llegara un delantero bermellón.

El larguero mantuvo la incertidumbre en el marcador en un lanzamiento de falta de Pizzi que había superado a Aouate, pero la victoria no se escapó al Deportivo, que perdió por lesión al portugués Nélson Oliveira en los últimos minutos del partido y sufrió en el descuento por culpa de una falta que el mexicano Giovani dos Santos envió por encima de la portería de Aranzubia.

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