El ensuciado proceso de instalación, más bien imposición, de energías limpias va incrementando sus incoherencias. Está ya al borde del cortocircuito entre necesidad operativo y concienciación vecinal abocada al rechazo. Es un problema de dimensión y ubicación, no de sistema de producción: parques demasiado grandes en lugar inadecuado.
El alcalde de Marratxí (PP) se opone al megaparque solar de Son Salas, proyectado con más de 60.000 paneles
Las presiones y la lucha de intereses se presumen de alto voltaje a la vista de los movimientos que se aprecian y las decisiones que se adoptan. Ahora está en el candelero Son Salas, en Marratxi. El Consell avanza en la emisión de informes favorables para los tres parques de la finca y lo hace aún reconociendo aspectos negativos. El Ayuntamiento asienta su oposición en la negativa de los técnicos y en la sintonía con la postura vecinal reforzada aún por la protección de interés paisajístico que afecta a Son Salas. Ahora la lucha está en evitar la concesión de proyecto estratégico industrial para estos tres parques. Mientras no hay planificación y reducción seguirá el conflicto. No solo en Son Salas.