La protesta necesita más estruendo que las motos

Sobre las carreras sin horario y a escape libre en la carretera de la Serra está dicho y repetido todo. En consecuencia, vista la inacción de quienes tienen la responsabilidad del manejo del tráfico y sobre todo encauzar su seguridad, solo cabe elevar el nivel de la denuncia y la protesta. Es lo que está haciendo la plataforma de Indignats de la M-10. Esos mismos vecinos que ven invadido, no ya su tránsito, sino la privacidad y la vida doméstica por la circulación fuera de código de motos y dicen, también coches.

Parecen haber llegado a la conclusión de que el estruendo de la queja, para ser efectivo, debe superar en decibelios al de los motores de los vehículos invasivos y la acción de quienes adulteran y manipulan el paisaje de la Serra para contemplar un espectáculo constante y mal concebido.

Con todo ello, la inacción y el eco de las palabras vanas de la DGT, la Delegación del Gobierno o el Consell sigue llevándose el mayor estruendo y grado de reponsabilidad. Son actitudes incomprensibles. Hay algún eslabón perdido. Las acusaciones que se les dirigen son de tal calado que, de no obtener réplica efectiva, se vuelven complicidad y peligro colectivo.

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