Ruta arqueológica Sencelles-Costitx: 1.500 años de historia en 12 kilómetros

La comarca del Pla es como una «pequeña Menorca» por la gran cantidad de yacimientos existentes, unos conocidos y otros pendientes de explorar. Así lo explica Marc Ferré, arqueólogo y dinamizador de la Ruta arqueológica Sencelles-Costitx, un itinerario circular de doce kilómetros a través de seis importantes monumentos megalíticos que cubren un periodo histórico de 1.500 años y tres eras diferentes de la Prehistoria mallorquina. 

La Ruta celebra este año 2023 su primera década de historia. Empezó su andadura en 2013 coincidiendo con los primeros trabajos de limpieza y excavación en la Cova del Camp del Bisbe (Sencelles), un recinto funerario colectivo de la época naviforme, correspondiente a la Edad del Bronce (1.300 A.C.), en la que ya se ha explorado completamente la sala principal y queda pendiente una sala anexa. «Entonces, propusimos al ayuntamiento de Sencelles la creación de una ruta arqueológica aprovechando los yacimientos próximos ya excavados, algunos de los cuales eran visitables y otros aún no», explica Ferré, que recuerda el importante papel de la arqueóloga Beatriz Palomar, directora de las excavaciones, en la puesta en marcha de la iniciativa.

La institución municipal aceptó el reto y la ruta inició su andadura con la inclusión de cuatro yacimientos de Sencelles: la citada Cova del Camp del Bisbe y los talaiots de Son Fred, Binifat y Can Xim, pertenecientes a la época talayótica (entre los años 1.000 y 550 A.C.). La Ruta empezaba a tomar forma, pero la proximidad de uno de los yacimientos más conocidos de Mallorca, el de Son Corró, en Costitx, supuso la incorporación del municipio vecino al itinerario arqueológico. 

El santuario de época postalayótica, el monumento más moderno de los que componen la Ruta, levantado en el siglo IV A.C. y usado hasta la romanización de la isla, ya era muy conocido porque allí aparecieron los famosos Bous de Costitx, símbolos del municipio del Pla que se exponen en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid después de que el propietario de Son Corró vendiese las tres figuras de bronce en 1895 por 3.500 pesetas.

En 2015 la Ruta se completó con la incorporación de Son Corró y de otro yacimiento que actualmente se considera un «diamante en bruto»: el poblado de navetas de Es Turassot, ubicado a poca distancia del observatorio astronómico de Costitx. 

Es Turassot, perteneciente a la Edad de Bronce, está considerado como el poblado de navetas mejor conservado de Mallorca. Y lo mejor de todo es que todavía aportará mucha información a los investigadores, ya que la mayoría de construcciones, como mínimo una decena, siguen pendientes de excavar. «En el futuro seguirá diciendo muchas cosas, de momento sabemos que las navetas eran espacios domésticos, las hay individuales, dobles o triples; estas dos últimas eran como una unidad doméstica productiva, si una de ellas era una vivienda, las otras eran espacios para trabajar; incluso se ha documentado una carnicería en la que se llevaba a cabo todo el proceso, desde el troceado de la carne hasta la conservación», explica Marc Ferré.

La Ruta arqueológica Sencelles-Costitx no es un itinerario cerrado. En un futuro podrían incorporarse nuevos monumentos. «Algunos de ellos están documentados y otros no están excavados, el Pla de Mallorca es una pasada», apunta el dinamizador del itinerario. 

Desde su puesta en marcha, el itinerario ha estado siempre abierto al público gracias a las tareas de mantenimiento que se realizan cada año con financiación municipal y la ayuda del Consell, que aporta dinero para las tareas de restauración y excavación. También se realizan importantes tareas de divulgación para dar a conocer este patrimonio. Durante 2022 pasaron por la Ruta más de 6.000 personas.

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