Conflictos vecinales

Polémica por un gato «secuestrado» en Alaró

Una familia de la localidad reclama la propiedad de un felino adoptado por una asociación animalista tras recogerlo en la calle

El gatito, el día que fue recogido por una vecina en el barrio de Los Damunt de Alaró.

El gatito, el día que fue recogido por una vecina en el barrio de Los Damunt de Alaró. / ADA

Joan Frau

Joan Frau

Un gatito de apenas dos meses es el protagonista involuntario de una polémica desatada entre la familia que asegura ser la propietaria del animal y la Associació d’Animals d’Alaró (ADA) que decidió acogerlo al considerar que estaba en malas condiciones de salud después de que una vecina lo recogiera al verlo solo por una calle de la barriada de Los Damunt. El caso, muy comentado en la localidad del Raiguer por el cruce de acusaciones entre unos y otros por las redes sociales, ha sido denunciado en el juzgado por la familia, que también ha dado parte a la Guardia Civil y a la Policía Local de Alaró, por lo que es posible que se resuelva en los tribunales.

La familia reclamó el gato como propio hace un mes y medio, cuando vio por las redes sociales una fotografía del felino difundida por la persona que lo recogió en la calle con el fin de encontrar a sus dueños. No obstante, el animal fue entregado a la citada asociación, que lo tiene actualmente en una de sus casas de acogida después de haberlo llevado al veterinario y constatar, según aseguran, que el animal estaba desnutrido, «con los ojos llenos de pus, pulgas, gusanos e incluso piojos».

La familia asegura que tiene pruebas gráficas de que el gato es de su propiedad y niega tajantemente que el animal estuviera en mal estado. «No es cierto que tuviera pus en los ojos, sino legañas, tal y como nos dijo un veterinario, y tenía la boca sucia porque acababa de comer», explican. «Tenemos muchos gatos en nuestro corral y todos están muy bien cuidados, no les ha faltado nunca nada», añade la familia. Al parecer, según relatan, este gatito salió por su cuenta de su domicilio y «sin más explicaciones lo secuestraron y se lo llevaron» y ahora «no quieren devolverlo», a pesar de que la Guardia Civil ya se ha puesto en contacto con la asociación animalista. «Los agentes les dijeron que no podían hacer nada con el gato, pero colgaron el teléfono», apuntan. Esta familia expresa su enfado con la ADA, a la que acusa de «deambular por las calles y afueras del pueblo en búsqueda de gatos que, sin ser de su propiedad, no solo requisan, o más bien secuestran, sino que además esterilizan a su criterio», cuando «legalmente no hay obligación de esterilizar a los gatos». «Que un gato se encuentre en la calle o zona pública no faculta a nadie a hacerse con él», concluye la familia.  

«Estaba en mal estado»

La versión de la asociación de Alaró es radicalmente diferente. Fuentes del colectivo explican que el gato estaba «en muy mal estado» y aseguran que tienen un informe del veterinario que «especifica las condiciones inhumanas» que padecía el animal. «El veterinario explicó que no era posible que el gato perteneciera a alguien, ya que incluso tenía piojos, lo que demuestra que vivía en una zona insalubre».

La asociación no cree que el felino pertenezca a la familia que lo ha reclamado. «Lo encontraron a más de 200 metros de su domicilio, no tiene chip ni ninguna factura del veterinario», explican las fuentes consultadas, que no descartan que el gato se entregue a esta familia «siempre que pueda demostrar que es suyo, y no lo han hecho porque unas fotos no constituyen ninguna prueba, según nuestro abogado». Eso sí, en caso de que finalmente se compruebe que el gato pertenece a los vecinos que lo reclaman, la asociación se planteará denunciarlos por «maltrato animal».

La ADA añade que en este caso «se ha actuado como siempre: rescatar el gato en malas condiciones de salud para salvarlo». «En 2021 adoptamos 200 gatos y esterilizamos a otros 200, no tenemos ningún interés en acumular más felinos», apunta.