Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Director de cine
Entrevista

Andreu Vicenç Clar Isern: «Al descubrir el cine vi que era donde podría aplicar lo que me gusta»

«Entre protagonistas, secundarios y extras han participado más de 20 personas del pueblo. Todos se han involucrado con mucha ilusión»

El joven cineasta, Andreu Vicenç Clar. | DIANA CORTÉS

Andreu Vicenç Clar Isern (Alaró, 1997) ha cursado estudios de cinematografía en la Escola de Cinema i Audiovisual de Catalunya. Pese a juventud, ya ha ganado el premio al mejor cortometraje experimental en la IV edición del Fenacir, de México. Su próximo reto es el estreno de otro corto en el que enlaza la historia de Cabrit y Bassa y su relación con la construcción del oratorio de la Mare de Déu del Refugi. La cita es el 11 de agosto, en la finca de sa Vinya, durante las fiestas patronales de Sant Roc. Esta película es un encargo del ayuntamiento de Alaró y se enmarca en los actos conmemorativos del IV Centenari de l’Oratori del Castell.

¿Cómo se afronta el reto de unir en un cortometraje dos hechos que abarcan cuatro siglos de historia?

Es complicado porque hemos trabajado sobre tres planos temporales. Enlazamos los siglos XIII y XVII, pero también nos adentramos en el año 2022, que nos sirve de partida para contar las otras historias. Desde el presente penetramos en el pasado, separando visualmente cada etapa. Cada tiempo tiene un color y un formato –más estrecho, más abierto–, de manera que la gente identifique cada época de forma más sencilla.

¿Qué supone para un director afrontar un tema de su pueblo?

Es una responsabilidad. No existe una presión especial, sino una de carácter personal para representar bien a tu pueblo, que a la gente le guste porque se trata de una historia compartida. No solo puedes ofrecer una visión propia, sino que obliga a reflexionar sobre para quién y sobre quién has filmado esta historia.A falta de profesionales, ¿cómo se trabaja con actores aficionados de Alaró?Muy bien. Nos planteamos que ya que contamos una historia del pueblo, por qué no lo hacemos con las caras del pueblo, y ha salido perfecto. Entre protagonistas, secundarios y extras han participado más de veinte personas. Todo el mundo se ha involucrado con mucha ilusión.

¿Casi todo el equipo técnico y artístico es de la Escola de Cinema de Catalunya?

Somos gente que nos entendemos porque colaboramos en los proyectos en que participa cada uno de nosotros. Somos amigos. Yo he montado proyectos de otros compañeros y ellos han venido a ayudarme a mí.

Se ha filmado en el castillo, en la finca de Son Curt y en el teatro de Alaró. ¿Cómo se han recreado los ambientes de las diversas épocas?

Hemos contado con asesoramiento histórico, sobre todo de Andreu Mateu. Hemos revisado películas para observar cómo se recrea no solo el espacio histórico, sino cómo se ha representado en otras ocasiones.

«Al descubrir el cine vi que era donde podría aplicar lo que me gusta»

¿Es difícil afrontar una película histórica?

Definitivamente. Sobre todo si se quiere afrontar de forma muy fiel a la realidad. Encontrar piezas, ropa y materiales que se parezcan a los que se llevaban antes es muy difícil. No solo eso, también pretender que los diálogos sean en un mallorquín del siglo XVII complica el trabajo, pero aporta una realidad y una dimensión muy especial al proyecto.

Una curiosidad, ¿cómo se resuelve el hecho histórico de la quema de Cabrit y Bassa, dos de los protagonistas, junto al rector Joan Coll?

Con mucha imaginación, literalmente. Además de que no disponemos de medios para representar explícitamente este asesinato, tampoco creíamos que cuadrase con el tono del cortometraje. Por eso optamos por una imágenes más simbólicas que diesen a entender los hechos e incitasen la imaginación del espectador. A veces puede resultar más potente que la imagen explícita.

Pese a haber finalizado recientemente los estudios, ya ha ganado un premio internacional de cortometrajes en México.

Gané el premio al mejor cortometraje experimental en el Fenacir con un tema muy íntimo, también sobre el pueblo. Se titula Ca nostra y es una mezcla de recuerdos y sensaciones sobre mi experiencia e infancia en Mallorca.

¿Cuándo y por qué nace su vocación por la dirección cinematográfica?

Cuando era joven me di cuenta de que en mi grupo de amigos cada uno tenía una función: tenemos el fotógrafo, el pintor y el músico. Al descubrir el cine vi que era el lugar donde podría aplicar todo lo que me gusta.

¿Qué tipo de cine le gusta?

Considero que cuando te gusta el cine, al final acabas viendo de todo y te apasiona esta variedad. Particularmente, me interesa un cine intimista, pequeño e independiente.

¿A qué directores le gustaría parecerse?

Hirokazu Koreeda, es un director japonés cuya forma de relatar y el tempo relaciono con Mallorca. Nuri Bilge Ceylan es un turco que presenta unas películas tranquilas y pausadas. El cine que me gusta tiene mucho que ver con cómo soy. Si noto que mi reloj natural se adapta a la película es cuando mejor conecto. Me gustan también otros autores más polifacéticos y extravagantes como Bertrand Mandico, con trabajos más experimentales y visuales.

¿Con qué actor o actriz le gustaría trabajar?

Con el catalán Oriol Pla. Me parece muy interesante como trabaja, me encantaría colaborar con él y creo que podría escribir alguna cosa interesante.

¿El futuro está en las salas tradicionales o en las plataformas?

El cine en las salas quizás vaya a menos, pero siempre tendrá un público. Es imposible que muera. Quizás las masas se muevan hacia las plataformas, pero algunas como Filmin apuestan por organizar festivales con presencia física aquí en Mallorca. No ve las salas como un adversario, sino como otra forma de que la gente vea cine.

¿Cuáles son los proyectos inmediatos tras acabar este de Alaró?

Ahora viene una etapa de aprendizaje y crecimiento. Antes de poner en marcha mis proyectos debo ser yo quien crezca. No puedo parar de filmar, pero antes de afrontar un proyecto grande necesito tomarme un tiempo.

No le veo dirigiendo una película comercial...

Son muy pocos quienes tienen una oportunidad de hacerlo. Me divertiría dirigir una porque me encanta el cine en todas sus formas. Si me llamaran para filmar una película me lo pasaría muy bien, aunque me interesa más lo personal y lo pequeño. A veces es difícil afrontar otro tipo de proyectos porque no surgen oportunidades ni se invierte en películas independientes. Los bajos presupuestos americanos son los grandes de este país. Aún así, me interesa el cine íntimo porque tiene una dimensión más humana.

¿Cómo espera que reaccione el público de Alaró ante una película que trata sobre su historia?

No tengo ni idea. Pero creo que con el gran trabajo realizado gracias al equipo y a la gente de Alaró que nos ha prestado su ayuda, hemos conseguido filmar una película independiente, pero que se nota que está hecha para un público grande, que en nuestro caso es todo el pueblo.

Compartir el artículo

stats