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Lletra menuda

Lletra Menuda | Un patrimonio difuminado

Es el paso del tiempo y el libre uso y destino de la propiedad privada, pero no se puede negar que la salida al mercado de s’Hort des Correu comporta una importante repercusión pública que no obedece solo a la curiosidad de saber porqué se vende o quién compra la finca.

Entre el curanderismo y la medicina popular de la generosidad y la buena voluntad, en s’Hort des Correu se ha afianzado durante dos siglos una de las tradiciones, en forma de rito del entorno del solsticio de verano, más inexplicables y singulares de Manacor. Solo por eso valía la pena abonar su continuidad.

El árbol de los prodigios, un vimer, ha crecido robusto y dócil en s’Hort des Correu y ahora lo que pueda quedar de él y su replante malvive entre la maleza del abandono. No busquen descripción académica ni soporte científico en ello, pero los resultados parecen acreditar que al alba del día de Sant Joan, muchos niños herniados han hallado la curación entre la savia de los cortes del vimer. Todo empezó a diluirse hace cuatro años, cuando la familia Sureda Suñer dejó la finca. Ahora, con la puesta en venta del lugar, las cosas se difuminan todavía más. El futuro debe despejarse a partir de un precio de salida de 1,2 millones para cuatro cuarteradas y casas. Las apuestas para el resultado final no son difíciles.

Todo indica que el Ayuntamiento se quedó a medio camino en su intención de dar protección patrimonial al vimer de los milagros. En s’Hort des Correu también quedan restos de un jardín botánico de finales del XIX. Una cosa y otra constituyen un conjunto descuidado en trance de pasar a manos quizás desconocedoras de un pasado único.

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